domingo, febrero 26, 2017

EL ABUELITO YA NO ESTÁ. ¿CÓMO HABLAR DE LA MUERTE CON NUESTROS HIJOS?

Hay temas que son difíciles de hablar con tu hij@, no porque ellos no lo vayan a entender, sino porque yo no sé cómo se lo tengo que explicar. Uno de ellos es la muerte: ¿cómo le digo a mi hijo que el abuelito ha muerto?

Tradicionalmente desde la psicología se ha subestimado el poder de los niños para entender conceptos fundamentales en la comprensión de la muerte como la irreversibilidad, universalidad y causalidad. Investigaciones recientes señalan que los niños sí son capaces de comprender que la muerte es un final (irreversible), que afecta a todos (universal) y que tiene que ver con el cese de las funciones corporales (causalidad). Así que estos son los elementos que debemos recoger en nuestra explicación.

Además hay que tener muy presente que en la infancia, su pensamiento no es racional como el nuestro, es un pensamiento mágico, dónde todo es posible (que los lobos entren por la ventana, que los monstruos vivan debajo de la cama…) y tienen una comprensión literal, es decir, que todavía no entienden muy bien las metáforas, por este motivo debemos tener cuidado con frases como: el abuelito está dormidito. Podríamos generar sin darnos cuenta un miedo a irse a dormir.

No debemos faltar a la verdad, si mentimos no confiarán en nosotros.

Que debamos decir la verdad no significa necesariamente que debamos ser crudos ni poco sensibles.

Lo que no deberíamos hacer es no decir nada, no dar ninguna explicación. Hay padres que por proteger a sus hijos de los malos ratos y de las emociones negativas, les engañan: “se ha ido de viaje”. Evitar hablarles de estos temas para protegerlos, es un error. Los niños lo que necesitan es seguridad. Si no hablamos de algo, su miedo y ansiedad crecerá igualmente. Verán que algo pasa, que todos están tristes y no entenderán porqué.

¿Y entonces cómo se lo digo?

Primero la explicación:

Vuestra explicación debe contener los tres conceptos básicos de la muerte:

    Irreversibilidad
    Universalidad
    Causalidad

Y podría ser algo así:

“ El abuelito ha estado muy enfermo, ya lo sabes. El corazón estaba viejecito y no ha podido latir más (concepto de causalidad, la muerte se da por algo). Todos estamos muy tristes porque sabemos que cuando alguien muere ya no va a volver (concepto de irreversibilidad y universalidad) aunque siempre tendremos su recuerdo y todos juntos superaremos la pena”.

Esto es solo un ejemplo, cada familia debe decirlo a su manera. Simplemente os lo pongo para que veáis como en una explicación corta pueden estar los tres conceptos.

También podemos usar cuentos para ayudarnos a explicárselo mejor. Los que leéis nuestros artículos ya sabéis que siempre usamos los cuentos con los niños, son una gran herramienta para que los más pequeños entiendan el mundo que les rodea. Aquí os dejo algunos:

Yo siempre te querré (a partir de 5 años. Para la pérdida de una mascota)

¿Dónde está el abuelo? (A partir de 4 años. Pérdida de un abuelo)

Para Siempre (a partir de 4 años) (Pérdida del padre o madre)

Mamá se ha marchado (a partir de 9 años)

Y por último un libro para padres y maestros

Después los rituales

Los rituales siempre nos han ayudado a pasar fases importantes del ciclo vital. Los celebramos porque nos dan fuerzas para dar pasos: las bodas, los entierros,…Nuestros antepasados ya lo hacían y es que el ser humano los necesita. Son una gran manera de despedirnos de alguien a quien queremos. Si el niño o niña nos pide ir al tanatorio, se lo permitiremos. Si hay una enfermedad terminal, sería bueno avisarlos para que puedan despedirse cuando todavía están con vida.

Si el niño o niña es muy pequeño para ir al tanatorio, le ofreceremos ir a la misa o ir al cementerio una vez haya pasado todo. Si le damos la oportunidad de participar de alguna manera en el ritual de despedida le ayudaremos a empezar a elaborar el duelo.

Y por último el duelo

Expresar los sentimientos sin miedo ni vergüenza. La tristeza es la mejor manera de elaborar una pérdida. Como emoción que es siempre cumple una función y la suya es que nos mantengamos encerrados en nosotros mismos, en nuestro dolor, para que por un momento el mundo pare y nos deje llorar.

Para ayudar a nuestro hijo en este proceso lo único que debemos hacer es transmitirle

    Seguridad (aunque esto haya pasado, nosotros estamos aquí y todo irá bien, nada cambiará y seguiremos adelante)
    Un espacio para expresar sentimientos (si yo expreso los míos, entenderá que él o ella también puede hacerlo, si yo hablo de la muerte y de como me siento es más fácil que mi hijo también lo haga)
    Amor y cariño (muestras de afecto en estos momentos, uno de los mejores remedios)

Normalmente los niños elaboran bien el duelo, podéis ver nuestro artículo el proceso de duelo en los niños para tener más información sobre este tema.

Con la ayuda de la familia, por norma general, los niños hacen buenos duelos y no necesitan ayuda profesional. A veces, cuando la pérdida es muy importante como puede ser la muerte de la madre o del padre o de ambos, la intervención psicológico es indispensable.

CONCLUSIONES

Debemos hablar con normalidad de la muerte, no puede ser un tema tabú en casa. Si además se ha producido una pérdida en la familia debemos decírselo a los niños, no pueden vivir al margen de esa experiencia. Se merecen una explicación que no falte a la verdad, adecuada a su edad y necesitan participar del proceso de alguna manera, que se sientan parte de eso. Acompáñale en el duelo, expresando tus emociones, llorando con él o ella si hace falta y dándole la seguridad que tanto necesita y todo irá bien.

Via psicologosantacoloma.es

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