martes, noviembre 22, 2016

Los principales obstáculos al comienzo de una relación de pareja

Cuando empezamos una relación de pareja, sobre todo al comienzo, se presentan diferentes obstáculos que vamos a tener que sortear. Esto es algo inevitable y de lo más común, ya que estamos conociendo en profundidad a la persona e intentando encajar su piezas con las nuestras, de manera que las esquinas no se claven en ninguno de los dos.

En la interacción al inicio de una relación de pareja se presentan dificultades con las que habrá que lidiar. Nuestras expectativas se irán derrumbando poco a poco, y nos iremos topando con la realidad. Este paso puede generar mucha frustración si hemos idealizado demasiado a la otra persona.

Estos obstáculos, por lo general, sirven para un mayor conocimiento de la otra persona y su superación forma los cimientos sobre los que se va a seguir edificando la relación. Por ser un proceso de adaptación, vamos a tener que aceptar las complicaciones, y en algunos casos armarnos de paciencia para superarlas. Irremediablemente esto forma parte del proceso de descubrimiento y re-descubrimiento de la persona con la que hemos empezado una relación.

“La pareja es uno de los aspectos centrales de la vida de un ser humano. Una vez que el ser humano llega al mundo, la comunicación resulta el factor más importante que determina el tipo de relaciones que va a tener con las personas más cercanas, para posteriormente instrumentarla en relaciones de otro tipo”
-Satir-


Aprender a comunicarnos

Comunicarse y hacerlo bien es uno de los principales retos que se les presenta a las parejas, sobre todo al inicio de la relación cuando aún no han construido dinámicas compartidas. Para que la comunicación sea sana, hemos de aprender a expresar lo que necesitamos.

Una persona que lleva con nosotros mucho tiempo probablemente ya se ha hecho toda una experta en interpretar nuestro lenguaje no verbal, pero una nueva pareja sin este bagaje lo va a tener más fácil sin planteamos una comunicación abierta en vez de cifrada.

La comunicación a menudo puede verse empañada por los malos entendidos y las interpretaciones que vamos haciendo sobre la marcha y de manera casia automática. Para superar esto, una buena idea es siempre preguntar antes que interpretar y sobre todo invertir toda nuestra atención en escuchar cuando nos hablan.

Aprender a comunicarse en pareja será un reto por el que tengas que pasar antes o después. Si no aprendemos a comunicarnos, la relación está destinada al fracaso. Es un pilar básico para el buen funcionamiento de la relación de pareja, por lo que no se puede descuidar.

    Una buena comunicación se basa en el respeto, la empatía, escucha y comprensión. Expresar la propia necesidad sin dejar de atender la de nuestra pareja.

Ajustarnos a la realidad

La idealización es un componente estrechamente relacionado con el enamoramiento, es inevitable fijarnos más en las cosas buenas de nuestra pareja cuando comenzamos la relación. Sin embargo, hay que intentar tener los pies en el suelo para que nuestras expectativas no se alejen demasiado de quién es en realidad la otra persona.

    Si nos vendamos los ojos con la intención de vivir en mundo de fantasía, donde todo lo que hace nuestra pareja es maravilloso, acabaremos por caer de esa nube, y la frustración nos dejará demasiado apenados.

Hay que saber que, aunque nuestra pareja tenga muchos aspectos buenos, también tendrá otros muchos que no nos gusten. Al fin y al cabo, en la aceptación es donde aparece el verdadero amor, cuando estamos preparados para ver a la otra persona tal y como es, sin pretender cambiarla.
Intentar llenar el vacío

La pareja no está para cumplir con nuestras expectativas, ni tampoco para llenar nuestro vacío interior. Buscar a alguien para no sentirnos solos y para olvidar experiencias pasadas con otras parejas es la primera brazada de remo para que la relación no llegue a buen puerto. Los vacíos los tenemos que llenar nosotros, aunque los demás puedan contribuir a hacerlos más o menos ricos en contenido.

Podemos no estar bien con nosotros mismos, pero no podemos esperar a que sea la otra persona quien resuelva nuestro conflicto, y que nos de la paz y seguridad que necesitamos en nuestras vidas. Nadie puede hacer el trabajo que te corresponde a ti para resolver tus conflictos internos, ni tan siquiera tu pareja.

Una relación sana consiste en estar con la otra persona para compartir quienes somos, y no por necesidad de rellenar nuestros vacíos. Si huimos de la soledad, caeremos en el error de no aprender a estar con nosotros mismos.

El amor infantil sigue el principio: “Amo porque me aman”. El amor maduro obedece al principio: “Me aman porque amo”. El amor inmaduro dice: “Te amo porque te necesito”. El amor maduro dice: “Te necesito porque te amo”
-Erich Fromm-


Via lamenteesmaravillosa.com

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