lunes, septiembre 12, 2016

Controla el estrés y la ansiedad

Para tener una mejor calidad de vida, debemos combinar varias estrategias, tanto físicas como psicológicas, que nos ayuden a encontrar el bienestar

Para controlar el estrés y la ansiedad, necesitamos, por encima de todo, gestionar esos focos problemáticos que desencadenan estos estados.

No obstante, algo que no podemos olvidar es que estas dimensiones no dejan de ser dos mecanismos de supervivencia. Nos avisan de que existe un estímulo del cual hemos de escapar o bien, afrontar.

Nuestro cerebro y su compleja química generan diversos cambios fisiológicos.

El aceleramiento del corazón, la tensión muscular o los temblores nos preparan para "esa huida” física, mientras nuestra mente, nos obliga, por así decirlo, a permanecer en el mismo sitio. De este modo y sabiendo esto, sólo tenemos una opción: Entrenar y calmar nuestra mente para generar un equilibrio fisiológico.

Se trata de poner en marcha cambios sencillos. Prácticas elementales con las que empezar a ver nuestra vida de otro modo.

¿Qué los provoca?

Las personas caemos, casi sin saber cómo, en el abismo de unas rutinas que poco a poco acaban asfixiándonos. Automatizamos tanto pensamientos como actividades.

Nos levantamos, desayunamos, nos vamos al trabajo, cumplimos, vamos de compras y volvemos a casa. Ahora bien, como ya sabemos, las tareas del hogar también son férreas rutinas que se repiten día tras día.

Si a ello le sumamos presiones externas o problemas personales, el estado de malestar se intensifica.

Estos modos de vida tienden a generar un tipo de pensamiento muy poco flexible, nada adaptativo y controlado en último término por un cerebro que nos dice aquello de "estás agotado, no puedes más con esto, mejor escapa”.

Es entonces cuando aparecen el estrés y la ansiedad, acompañados de esos síntomas que todos conocemos: Cefaleas, insomnio, problemas digestivos, tensión arterial elevada o descompensada… Si este es tu caso, si te sientes íntimamente identificado con estos estados, empieza hoy mismo a poner en práctica estos cambios.

1. Un desayuno "antiestrés”

Queda claro que los alimentos, por sí mismos, no van a conseguir que nuestros problemas se resuelvan. Lo que sí pueden conseguir es propiciar un adecuado equilibrio interior.

- Un desayuno nutritivo combate cefaleas.

- Salir de casa bien hidratados es esencial para aportarnos un adecuado bienestar.

- Es necesario elegir alimentos que se digieran bien —algo imprescindible cuando vivimos situaciones de estrés—.
- Buscaremos aquellas opciones alimenticias más ricas en vitaminas y antioxidantes para cuidar de nuestro hígado. No podemos olvidar que este órgano, así como el estómago, son los más afectados en casos de estados ansiedad y estrés.
- Un zumo natural de zanahoria.

- Un huevo (podemos comerlo del modo que más nos guste, de ese modo obtenemos proteínas).
- Medio aguacate, a trocitos, acompañado por unas nueces.

- Un vaso de leche de almendra. No podemos olvidar que la almendra contiene triptófano y es muy relajante en caso de que suframos estrés y ansiedad. Espolvorea esta bebida natural con un poco de canela.

2. Minutos de meditación

Puedes hacerlo nada más levantarte o al terminar de desayunar, cuando nuestro cerebro ya está en plena forma.
Si bien es cierto que no todo el mundo suele dar el paso hacia la meditación, es una práctica que merece la pena para gestionar el estrés y la ansiedad.

Estudios como el publicado en la revista Psychiatry Research nos explican que algo tan sencillo como practicar la meditación durante ocho semanas seguidas, genera cambios maravillosos en nuestro cerebro.

3. Sal de casa con 3 ideas claras

Salimos de casa vestidos, peinados y calzados. Llevamos nuestra agenda bien organizada con todo lo que debemos hacer en ese día. Sin embargo ¿cómo cuidamos de nuestras emociones? ¿Piensas en algún momento en tu bienestar emocional?

A partir de este momento, para controlar el estrés y la ansiedad, vamos a poner en práctica estos 3 consejos:

- Primera idea: Voy a dar lo mejor de mí en este día y voy sentirme bien con cada cosa que haga.

- Segunda idea: Tengo muy claro hasta dónde puedo llegar. Si alguien me exige algo que me sobrepasa o que me hace daño o que rompe mi equilibrio, pondré límites. Por mi bien y por mi salud.

- Tercera idea: A lo largo de esta jornada voy a buscar tiempo para mí solo. Un instante donde descansar la mente y el cuerpo.

4. Si te es posible, duerme una siesta

Sabemos que, por nuestras obligaciones personales, no siempre nos es posible.

Sin embargo, algo tan sencillo como reposar entre 15 ó 20 minutos nos permite oxigenar el cerebro, liberar tensiones, aplacar el estrés y mejorar el nivel de atención.

Aunque, eso sí, recuerda que nuestra siesta no debe superar los 20 minutos.

5. Media hora de ejercicio aeróbico

Elige el momento del día que más se ajuste a tu horario. Basta solo con media hora, solo unos minutos en los que calzarte con unas buenas zapatillas, ropa y cómoda y simplemente, salir a caminar.

En cada paso que des tu corazón se acompasa, llega oxígeno a tu cerebro, tu metabolismo se regula y, casi sin saber cómo, vemos las cosas de otro modo.

Date permiso para decir "NO” cuando lo necesites y "SÍ” cuando lo quieras

Este ejercicio es un poco más complicado de integrar y de aplicar en el día a día. Sin embargo, es necesario hacerlo nuestro para mejorar nuestra calidad de vida.

Di "no” a pasarlo mal, a permitir que otros te manipulen o te dejen en segundo plano.

 Atrévete a decir "sí” a lo que te hace feliz, a esas pequeñas cosas del día a día que te apetece hacer.

Via eldiariodecoahuila.com.mx

0 comentarios:

Publicar un comentario

Seguidores

 
Copyright © . La Psicología de la Salud - Posts · Comments
Theme Template by BTDesigner · Powered by Blogger