lunes, julio 18, 2016

¡Presta atención! Estas señales indican que tu hijo podría tener depresión

La depresión infantil no se manifiesta con un solo signo, sino que la conforman varios comportamientos que se prolongan en el tiempo. Es diferente a cuando un niño puede sentir tristeza o apatía pasajera porque tiene un motivo para estarlo.
Hay estados que se pueden confundir y pueden agravarse con el transcurso del tiempo si no se los detecta a tiempo. La tristeza sostenida de los niños es un síntoma que no debe ser pasado por alto, y como este hay otros.

Un niño puede presentar un cuadro depresivo si…

    Sus calificaciones escolares decaen significativamente.
    Se muestra irritable sin razón.
    Está desinteresado por lo que puede hacer a futuro.
    Tiene baja autoestima y se siente culpable.
    No desea relacionarse con otros niños ni compartir en familia.
    No le hace ilusión comer sus comidas favoritas.
    Siente dolores que no parecen ser reales y le sobrevienen emociones negativas relativas a la muerte o al suicidio.
    Le cuesta tomar decisiones y le falta energía.
    Tiene alterados los patrones de sueño.
    Ha subido o bajado de peso de forma considerable.

Cómo ayudar a un niño con depresión

Haz lo posible por hablar con el niño y conseguir que te cuente qué es lo que siente y piensa. Además, contacta a su médico para contarle los comportamientos que has observado y que llaman tu atención, para que te indique los pasos a seguir.

Una vez que detectas varios de los síntomas, es necesario buscar ayuda profesional cuanto antes, sobre todo si tu hijo es un adolescente. El suicidio es una de las primeras causas de muerte entre adolescentes, por eso consultar es siempre la mejor opción.

Desde tu posición de madre o padre puedes promover las actividades en grupo para evitar que esté solo o se sienta aislado. También es importante que lleve una alimentación equilibrada y saludable, y que duerma las horas que cualquier niño de su edad debe dormir.

No permitas que pase mucho tiempo jugando con videoconsolas. Además, procura compartir tiempo reforzando aspectos como su autoconfianza, autovaloración, seguridad, autoestima, etc. Puedes hacerlo por medio de elogios y contacto físico, abrazándole y diciéndole lo bien que lo hace.

En este sentido, no significa hacer todo por él y ofrecerle un mundo ideal porque sería ficticio. Pero mientras se repone de su estado, puedes ayudarle en las tareas del colegio y encargarle responsabilidades o tareas fáciles que sepas que puede desempeñar muy bien. Así tendrás la oportunidad de aprovechar la ocasión para elogiarlo a la vez que harás que se sienta útil.

Si tiene problemas o dificultades en algún área de su vida, ayúdale a encontrar soluciones para que aprenda a que siempre hay algo que se puede hacer al respecto. Si inicia un tratamiento, supervisa su cumplimiento sin que sienta que hay un control, pero asegúrate de que lo sigue y de que asiste a la terapia acordada.

Via .imujer.com

0 comentarios:

Publicar un comentario

Seguidores

 
Copyright © . La Psicología de la Salud - Posts · Comments
Theme Template by BTDesigner · Powered by Blogger