5 situaciones que pueden dañar la autoestima

Existen cinco situaciones ante las que el ser humano es muy vulnerable y puede experimentar un bajon en su amor propio. La autoestima nace del interior, sin embargo, conviene no minimizar el valor de las circunstancias externas, especialmente, cuando producen un impacto en el presente personal.

Un despido laboral

Una de las peores noticias que puede recibir un trabajador es un despido laboral. Una noticia totalmente desagradable incluso cuando el trabajador siente que no está haciendo el trabajo de sus sueños pero es consciente de que le aporta un sueldo para vivir.

Además, un despido laboral también abre la puerta a otras posibles situaciones, por ejemplo, el desempleo de larga duración. Es en este momento cuando muchas personas empienzan a dudar de su propia valía al sentirse invisibles para las empresas.

La influencia del trabajo es notable puesto que un empleo no es solo una fuente de ingresos económicos sino también, un medio de desarrollo personal, un estilo de vida a través del que integrar rutinas habituales y tener un entorno de socialización y pertenencia. Cuando una persona pierde su puesto de trabajo y tiene más 50 años, se siente especialmente vulnerable ante una puerta que se ha cerrado.

Una ruptura de pareja

Una ruptura de pareja no elegida produce especial tristeza en quien se siente abandonado por su pareja en contra de su propio deseo. El nivel de malestar por una ruptura de pareja depende también de otros factores. Por ejemplo, el nivel de decepción aumenta a mayor nivel de implicación en dicha historia. Además, si la persona ha descuidado a sus amigos mientras ha estado en etapa de pareja, también tendrá que empezar a reconstruir sus propios lazos de amistad. Y el sentimiento de soledad, en un primer momento, es mayor.

Abrir el corazón a alguien y sentir cómo tus sentimientos se hacen pedazos en algún momento muestra la cara y la cruz de un sentimiento tan mágico. Sin embargo, es imposible enamorarte o hacer amigos nuevos, si no asumes de entrada la posibilidad de que en algún momento, esa historia llegue a su fin. Esto sucede porque en cualquier historia no solo entra en juego nuestra propia libertad sino también, la de la otra persona.

La muerte de los padres

La muerte es inevitable, todos sabemos que es un hecho que ocurre por ley natural. Sin embargo, el dolor de perder a un ser querido supera cualquier nivel de comprensión. La pérdida de los padres, incluso producida en etapa adulta, causa un sentimiento de orfandad. La persona necesita elaborar un proceso de duelo en el que también puede ser necesario fortalecer la autoestima personal.

La muerte de los padres significa despedir a una parte muy importante de uno mismo. Pero además, este adiós también puede producir heridas como muestra el arrepentimiento por no haber expresado los “te quiero” a tiempo o los errores cometidos en el pasado. Querer a tus padres en el presente te dará una gran felicidad no solo ahora sino también, cuando ya no estén.

La soledad

La soledad de no tener con quién hablar en confianza ante un problema o el hecho de tener muchos contactos en Facebook pero ningún amigo para quedar un domingo por la tarde, muestra la tristeza del aislamiento y la sensación de no tener un grupo. El ser humano es relacional, por tanto, la ausencia de amigos causa dolor. Un dolor que es más intenso todavía en etapas concretas como la infancia y la adolescencia. Tener muchos vínculos pero todos ellos superficiales, también causa un gran vacío en el alma.


Via psicoblog.com