Las mascotas alivian la depresión

Los adolescentes sin hogar podrían verse beneficiados

Las mascotas podrían ofrecer beneficios de salud a los niños y adolescentes sin hogar, pero también pueden hacer que hallar un refugio o utilizar otros servicios resulte más difícil, sugiere una nueva investigación canadiense.

El equipo dirigido por científicos del Colegio de Veterinaria de Ontario, de la Universidad de Guelph, encontró que los jóvenes sin hogar que tienen mascotas son menos propensos a abusar de las drogas y a involucrarse en conductas de riesgo.

Las mascotas podrían ayudar a aliviar la depresión entre los que viven en la calle, según el estudio.

“Muchos de esos jóvenes han perdido la confianza en las personas y el animal les da un amor incondicional. Harían lo que fuera por sus mascotas, lo que significa que es menos probable que realicen actos potencialmente dañinos”, explica en un comunicado de la Universidad de Guelph la autora del estudio, Michelle Lem, estudiante de posgrado del Colegio de Veterinaria.

Jason Coe, profesor de Medicina de la Población en la Guelph, añade que “también hallamos que los que no tienen mascotas tienen tres veces más probabilidades de estar deprimidos, aunque no hemos determinado si esto se puede relacionar de forma directa con tener una mascota”.

Los jóvenes sin hogar con mascotas también podrían hacerles confidencias a los veterinarios sobre las dificultades personales a las que se enfrentan.

“Podemos colaborar con los trabajadores de salud pública y sociales cuando intentan llegar a esas personas marginalizadas, en esencia utilizando el vínculo entre el humano y el animal y la atención veterinaria como una vía para ofrecer un respaldo social y una atención sanitaria accesible”, plantea Michelle, fundadora y directora de Community Veterinary Outreach, que ofrece servicios veterinarios móviles a las personas sin hogar en Canadá.

Los investigadores consideran que se necesita habilitar refugios que acepten mascotas para hospedar a las personas sin hogar con animales.

“Hay una oportunidad de usar esta información cuando se estén desarrollando servicios y planes para los jóvenes”, opina Bill O’Grady, profesor de Sociología y Antropología de la Guelph.

De un vistazo

Lado negativo

El hecho de que los jóvenes sin hogar tengan mascotas también plantea desventajas. Las mascotas pueden convertirse en una barrera para recibir servicios sociales, ya que muchos refugios no aceptan mascotas y eso limitaría los lugares donde los jóvenes podrían dormir.

Via yucatan.com.mx