miércoles, marzo 23, 2016

Mi hijo/a tiene miedo, ¿Cómo puedo ayudarle?

Aunque estos miedos se consideren algo normal, es lógico que como padres no nos resulte nada agradable verles sufrir y posiblemente queramos hacer algo para reducir su malestar.

Pongamos que nuestro hijo tiene, por ejemplo, miedo a los perros. Tenemos varias opciones, una de ellas es impedir el contacto o acercamiento a absolutamente cualquier perro que exista sobre la Tierra. Si elegimos esta opción le ahorraríamos mucho sufrimiento, ¿verdad?

No es tan sencillo. Esta excesiva sobreprotección reduciría drásticamente el malestar, sí. Pero además de no ser una estrategia muy práctica,  sería contraproducente. ¿Por qué? Muy fácil, porque estaríamos generando algo: EVITACIÓN. Y la evitación del problema no nos enseña a superarlo. La solución viene entonces por tratar de ayudarles a enfrentar ese miedo de una forma progresiva, es decir, de menos a más.

Vale, y eso ¿Cómo lo hago? Te contamos algunos trucos que puedes utilizar para ayudar a tu hijo a enfrentarse a sus miedos.

    EJEMPLO: No nos cansaremos de decirlo, los padres somos el modelo de comportamiento de nuestros hijos: observan, copian y aprenden de lo que hacemos y cómo lo hacemos. Por eso en temas de miedos es importante no transmitirles nuestras inseguridades personales, mantener una actitud serena, que el niño sienta tranquilidad y confianza con nosotros y aprenda que hay algunas cosas que no implican tanto peligro y no supone ningún problema enfrentarse a ellas.

    COMUNICACIÓN: Es muy importante hablar con el niño sobre los miedos que siente (a qué teme, en qué situaciones, qué hace para evitarlos). Lo haremos de forma tranquila, sin presionar ni hacerle sentir culpable. Mucho cuidado con el tono y las palabras que utilizamos para referirnos a sus miedos ya que con facilidad puede parecer que estamos ridiculizando. Es necesario que el niño sienta en todo momento que le escuchamos atentamente y validamos sus emociones. Para ello muchas veces es más útil dejar los consejos a un lado y simplemente limitarnos a escuchar (que nos cuesta más de lo que parece). Aquí entra en juego el sentido del humor y el ingenio para lograr transformar una situación desagradable en un reto a superar. ¿Notas la diferencia entre estas dos frases?
“¿Te da miedo ir por el pasillo, y eso? [espacio para que el niño hable] ¿Monstruos? ¿Cómo son?… ¿se te ocurre alguna idea para poder superarlos? ¡Yo te ayudo! ¿Cómo lo hacemos?

“¿Pero cómo vas a tener miedo de ir por el pasillo? ¿cómo va a haber un monstruo? ¡Los monstruos no existen! pareces un bebé! lo que tienes que hacer es ir a tu cuarto y recogerlo, vas a ver como se te quita todo rápido” [tono enfadado]


AFRONTAMIENTO: Podemos favorecer el acercamiento gradual a las situaciones que le dan miedo, empezaremos por elementos relacionados para irnos acercando cada vez más al temor principal. Visualizarlo como un reto y sentirse capaz de realizarlo reforzará su autoestima y autoconfianza, y permitirá que se desarrollen de forma más autónoma. Le animaremos y reforzaremos cada paso que logre sin presionar para que no se convierta en una experiencia desagradable

    CREATIVIDAD: Con los miedos, como en muchas otros problemas infantiles, es imprescindible recurrir a la Spray-atrapamiedoscreatividad. Podemos proponer (siempre con su participación) algunos trucos que pueden hacer más sencillo el afrontamiento de la situación de miedo. A continuación te dejo algunas ideas que han funcionado a otros papás y mamás.

        Diseñar un spray antimiedos: Utilizaremos un pulverizador vacío y con la ayuda de nuestro hijo/a lo decoraremos a su gusto (preferiblemente con pegatinas de monstruos, letras etc.) podemos utilizarlo cada noche antes de dormir, pulverizando alrededor de su cama o por las ventanas. Si lo hace él o ella, mejor.

        Muñeco atrapamiedos: Podemos utilizar un muñeco que le proporcione seguridad. Le pediremos al niño que escriba sus miedos en un papel y se lo de a su muñeco para que los custodie durante la noche, así él puede dormir tranquilo.

        Usar el sentido del humor: Con risa todo es más fácil, permitirle hablar de los miedos de forma distendida, caricaturizándolos,  poniéndoles un nombre, o incluso dibujándolos, puede ser una buena estrategia.

He intentado todo esto pero no funciona

Los miedos de los que hemos hablado hasta ahora son evolutivos y, aunque en el momento causan malestar, se resuelven con normalidad a medida que el niño se desarrolla. Sin embargo, en algunos niños estos miedos persisten, son muy intensos o se generalizan a más situaciones de las esperadas. En estos casos suponen un enorme sufrimiento para ellos y para sus familias.

Via psicosaludtenerife.com

0 comentarios:

Publicar un comentario

Seguidores

 
Copyright © . La Psicología de la Salud - Posts · Comments
Theme Template by BTDesigner · Powered by Blogger