5 Creencias limitantes que bloquean tu felicidad

Frecuentemente pensamos que la vida nos pone límites, cuando en realidad es uno mismo el que se pone las barreras que evitan el crecimiento. Esto ocurre cuando tratamos de ver al mundo a través del “cómo debería ser” en lugar de aceptar “cómo es realmente.”

Para librarse de estas barreras, es importante ser capaz de soltar creencias falsas y antiguas tales como:

    La vida es justa. A pesar de que queremos creer de que existe un balance perfecto de cómo las cosas ocurren y que la justicia siempre termina dándose, la verdad es que la vida no siempre es justa. Habrá muchas situaciones en las que nos alteramos porque las cosas simplemente no fueron “como debieron ser.”

Mientras más pronto podamos aceptar esta realidad, menos energía malgastaremos. Por supuesto, esto no quiere decir que la justicia no existe, pues hay muchas ocasiones en las que está presente. Tampoco hay que perder la esperanza.

    El dolor es malo. Al dolor siempre lo vemos como algo que no quisiéramos que ocurra, o que termine pronto. Es cierto que se siente mal mientras estás en el proceso, pero a final de cuentas el dolor es una oportunidad de crecimiento.

Las relaciones fallidas nos dejarán un aprendizaje para tener otras mucho mejores en el futuro, la enfermedad nos hace apreciar las cosas más importantes del a vida, etc.

    Tú tienes el control. Es cierto que tienes el control sobre tu vida y tus acciones, pero necesitas aprender hasta dónde llega. No siempre podrás manipular cómo las cosas se desarrollan: los planes podrán fracasar o cambiarse en el último minuto.

Pero las cosas serán mucho mejores si aceptas que la vida se dará de forma diferente a la que esperas y simplemente te dejas llevar.

    Las personas están obligadas a amarte de una forma específica. Las personas que te aman lo hacen de la forma que ellos mismos conocen, la manera en la que lo aprendieron. Si le prestas atención a las cosas que “hacen mal” o “dicen mal” entonces estarás perdiendo de vista el hecho de que sí te aman.

No es tu decisión cómo se supone que deben expresar su amor hacia ti, cada quien lo hace de una forma única. Deja de demandarles que sean de una forma y acepta a los demás como son.

    Quedarse callado conserva la paz. Guardarse las cosas para mantener la paz no hace más que dejar las cosas colgando y poner un peso extra encima de tu cuerpo. Así que aprende a expresarte con seguridad y confianza en ti mismo y conviértete en un ejemplo a seguir para los demás.


Via mejoratumente.com