jueves, enero 28, 2016

La depresión durante el embarazo

Se supone que el embarazo es, para la mayoría de madres y padres, una época feliz e ilusionante. Sin embargo, muchas mujeres embarazadas, así como sus parejas, pueden sufrir desórdenes mentales como confusión, miedo, estrés y otros síntomas de depresión. Hoy intentaremos descubrir por qué se producen estos síntomas y cómo pueden terminar afectando al feto.

El por qué de la depresión durante el embarazo

Es conocido que la mujer es más propensa a sufrir depresión que el hombre. Además, en la etapa de embarazo el organismo femenino sufre grandes cambios hormonales que pueden alterar la conducta. Por ello, se calcula que entre el 14 y el 23% de mujeres embarazadas sufren depresión o algunos de sus síntomas.


 Las hormonas responsables de este desorden natural son, principalmente, el estrógeno y la progesterona. El desequilibrio de estas hormonas puede afectar al comportamiento químico del cerebro y traer consigo ciertos tipos de depresión. El riesgo de sufrir esta enfermedad mental aumenta en el caso de que la mujer la haya padecido antes o si tiene antecedentes familiares.

El diagnóstico de una enfermedad mental no siempre es sencillo. Sin embargo, puede decirse que los síntomas de la depresión son tristeza persistente, dificultad a la hora de concentrarse y desórdenes en los hábitos de sueño y de comidas, entre otros. Todos ellos sostenidos en el tiempo, ocupando unas dos semanas aproximadamente. A menudo, el tratamiento de la depresión se hace muy difícil en el caso de mujeres embarazadas. Es cierto que los medicamentos antidepresivos son útiles en muchos casos. Por desgracia, no son indicados durante el embarazo y aún durante la lactancia, porque pueden dañar al bebé. Por ello, lo más indicado es buscar apoyo psicológico a través de los especialistas, de grupos de apoyo, de la pareja o del propio médico encargado del seguimiento durante el embarazo.
La depresión aumenta el riesgo de parto prematuro

La depresión es una enfermedad que no ha de ser tomada a la ligera. Y más en este caso, que puede traer consigo consecuencias para el feto. Esto es lo que afirma un estudio llevado a cabo por científicos del Centre for Health Equity Studies de Estocolmo y publicado este mes en la revista International Journal of Obstetrics and Gynaecology. Lo novedoso del trabajo es que demuestra que la depresión de cualquiera de los dos progenitores puede afectar al normal desarrollo de la gestación.

Este trabajo científico recopiló datos de más de 350.000 nacimientos que tuvieron lugar en Suecia entre 2007 y 2012. Atendieron a la incidencia de partos muy prematuros (entre 22 y 31 semanas de gestación) y moderadamente prematuros (entre 32 y 36 semanas). A continuación, buscaron casos de depresión en los padres en un periodo de tiempo que iba desde los 12 meses antes de la concepción hasta el segundo trimestre de embarazo. También tuvieron en cuenta si los casos de depresión en los padres eran aislados o habían sufrido más episodios a lo largo de su vida.

Los resultados fueron claros. Episodios de depresión en la madre, tanto puntuales como recurrentes, aumentaban el riesgo de parto prematuro entre un 30 y un 40%. Por su parte, en casos de depresión puntuales del padre el riesgo aumenta un 38%. Esto lo explica el jefe de investigación afirmando que un caso de depresión en la pareja supone un incremento del estrés para la madre, lo que puede terminar afectando al feto. Este estudio aporta datos concluyentes. Sin embargo, queda por aclarar qué mecanismos hacen que la salud mental de los padres y la del feto durante el embarazo estén tan profundamente conectados.

Fuente medciencia.com

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