martes, octubre 20, 2015

He perdido la confianza en mi pareja

Rocío, 32 años, tiene un problema con Juan de 39 años. Y, aunque pueda parecer que es la diferencia de edad, ese nunca ha sido un problema para ellos. De hecho, si hoy están sentados en el sofá que como psicóloga uso para terapia de pareja mientras les intento “arrancar” las palabras, es por una cuestión bien diferente y mucho más grave…

Rocío dice haber perdido la confianza en Juan.

Una pareja se asienta sobre unos pilares fundamentales como son: la confianza, el respeto y la comunicación. Ellas son las tres patas de un taburete llamado “relación”. Si existe confianza, existe respeto y, si ambos se dan, la comunicación fluye. Pero es necesario que uno sólo de ellos no se produzca para que el taburete ande cojo. Y si esa “pata” es la confianza, entonces implica una falta de respeto y, por tanto, la comunicación se vuelve disgresora y, de alguna manera, dejamos de tener “taburete” – relación – por pérdida de sus “patas” o elementos indispensables.

Por tanto, la confianza es uno de los pilares fundamentales de una relación y las parejas que no la tengan, están condenadas a terminar.

¿Por qué empieza la desconfianza en una pareja?

Los motivos pueden ser variados pero, entre los más importantes, figuran:

    Inseguridades propias que proyectamos en nuestra pareja y que hacen que la otra parte tenga sentimiento de inferioridad (aunque también puede ocurrir que dichos temores estén pasando realmente).
    Monotonía en la pareja. Como bien sabemos, al inicio de una relación de pareja todo es muy bonito pero conforme va pasando el tiempo la rutina de la vida cotidiana se instala, también, en la pareja, a menos, que ésta se mantenga muy activa.
    Celos. Generalmente infundados pero, ¿no es cierto que nos molesta mucho ver a nuestra pareja aunque sólo sea hablar con una persona y por muy amiga que sea, del sexo contrario?
    Los suegros, los padres y otros familiares. La relación de pareja, en muchas ocasiones, pasa por momentos complicados pero si encima se meten a opinar todos los miembros de la familia extensa, la convivencia se complica aún más.
    Errores de pareja. Aunque es cierto que cada pareja es un mundo, hay una serie de errores que son comunes a todas las parejas y que suelen darse, especialmente, a nivel de comunicación o de no expresión de sentimientos “…porque ya lo sabe…” y a todos ellos, hay que ponerles freno antes de que se conviertan en un conflicto importante.
    Trastornos sexuales. Especialmente en el hombre, son interpretados por la mujer como una falta de deseo por ella misma y, basándose en la creencia distorsionada “los hombres tienen más necesidades sexuales que las mujeres”, ellas sobreentienden que obtienen “fuera de casa” lo que necesitan con lo cual no tan sólo se produce un problema de falta de confianza sino un grave conflicto de pareja.
    Infidelidad. Es la causa más importante de pérdida de confianza. El descubrimiento de una infidelidad por parte de uno de los miembros de la pareja es una de las experiencias más traumáticas que pueden sufrir los miembros de una pareja. Se suele hacer mediante mensajes de texto, correo electrónico, whatsapp, conversaciones telefónicas, chats e internet, hasta relaciones extramatrimoniales más largas y complejas. Obviamente, todas son usadas como formas de engaño a tu pareja. En definitiva, mentiras que hacen tambalear hasta la más sólida de las confianzas.

    Una pareja se asienta sobre unos pilares fundamentales como son: la confianza, el respeto y la comunicación
El poder del perdón en la pareja

Dice el refrán “errar es humano, perdonar es divino” y es que ¿quién puede decir que nunca pero nunca, jamás se ha equivocado? ¿Cambia la situación cuándo quien se equivoca es nuestra pareja? Posiblemente, por ello es necesario hacer un ejercicio de empatía. Es necesario ponernos en el lugar del otro y pensar cómo nos deberíamos estar sintiendo en este preciso momento en que pedimos perdón – si eres quien va a perdonar- y si eres quién se ha “equivocado”, piensa que si tu pareja siente rabia, resentimiento, tristeza, un dolor profundo y que va a necesitar algo más que una declaración de intenciones para perdonarte, esta es una reacción lógica o, acaso, ¿tú te sentirías diferente?

En esta situación, tú cómo persona que pide perdón, debes estar dispuesto a oír las quejas, los lamentos, los sentimientos, el dolor expresándose de tu pareja…piensa que de, poco o nada, va a servir que le cuentes diversas versiones bien construidas de lo que ocurrió. Por cierto, sé honesto, sin mentiras, eso sólo serviría para agrandar la brecha entre vosotros.

No hay que minimizar el “error” porque sólo sirve para que tu pareja crea que estás fingiendo el perdón ni hay que irse al otro extremo y humillarse ya que si tu pareja no esta dispuesta a perdonarte, desde casi el principio, de nada te servirá ir pidiendo perdón cada día. Por ello, muchas veces es mejor alejarse por un tiempo. Todas las cicatrices – hasta las más profundas – curan con el tiempo y de nada sirve ir lamiéndolas, con una petición de perdón no correspondida.

Si te alejas, tu pareja se dará cuenta que estas dispuesto a sacrificar lo que teníais para que la otra persona sea feliz sin ti, le dará más valor a tu petición de perdón y, en muchas de las ocasiones, sí acaba perdonando. Y, entonces, todo ello os hace más fuertes como pareja y os ha permitido crecer emocionalmente como personas.

¿Y si a pesar de ello no puedo confiar en mi pareja?

Entonces, será mejor que ambos os deis libertad, toméis distancia, porque será lo único que permitirá que os curéis.

No hay nada peor que vivir con desconfianza hacia la pareja porque inundas tu mente de pensamientos negativos, sensación de incertidumbre e inseguridad y, todo ello, puede acabar produciendo una patología. La desconfianza puede ser producida por una infidelidad – ¿hasta qué punto se puede estar tranquilo cuando tu pareja no esté contigo? Posiblemente, lo que ocurriría es que estarías pensando en: con quién está, dónde está, qué está haciendo…y otros pensamientos negativos recurrentes que acabarían por hacerte un grave daño emocional.

Y, si lo perdonas – cómo decíamos anteriormente- el daño producido no se olvida fácilmente, con lo cual necesitarías acudir a un psicólogo para reforzar tu autoestima.

En cualquier caso, no todo está perdido, la confianza se puede reconstruir. Siguiendo con el caso de la infidelidad, todo dependerá de las acciones de quién engañó y de si la persona engañada se encuentra con ánimos de seguir adelante tras ver las ventajas e inconvenientes, es decir, tras preguntarse; ¿puedo darle otra oportunidad? ¿ me compensa seguir con la relación? En cualquier caso, tu decisión afectará a ambos y para el resto de vuestras vidas.

Via siquia.com

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