sábado, octubre 03, 2015

El exceso de actividades extraescolares provoca estrés

Carmen Pérez Saussol es psicóloga especialista en psicología clínica y educativa.

Experta en técnicas de Intervención Psicoterapéutica, Educativa y Diagnóstico Clínico, Carmen cuenta con una amplia experiencia docente en universidades, institutos y colegios.

Además, realiza formación en desarrollo personal, coaching, liderazgo y otras competencias directivas en asociaciones y empresas privadas.

Desde hace catorce años orienta a niños, adolescentes, padres y profesores desde su consulta. Podemos escucharla semanalmente en un espacio de radio sobre psicología infantil desde hace más de seis años.

El exceso de actividades extraescolares provoca estrés

Pintura, teatro, alemán, natación, karate, violín, baile, aeromodelismo, chino, yoga, patinaje, kumon, piano, solfeo, manualidades, pádel, fútbol o psicomotricidad. Todas estas actividades ayudan a desarrollar distintas áreas de la inteligencia de nuestros hijos, mejoran la coordinación, la lateralidad, las relaciones sociales, aumentan la atención, la concentración, eliminan lagunas de aprendizaje, favorecen las relaciones sociales y un largo etc…

Pero esto no significa que tengamos que practicarlas todas la misma semana. Hoy en día ser expertos en un área del conocimiento es complicado, pero, padres y madres, en todas, ES IMPOSIBLE. Debemos tener presente que el exceso de actividad en adultos genera estrés, pero en nuestros hijos puede llegar a provocar un autentico trastorno de ansiedad.

En los quince años que llevo trabajando como psicóloga infantil, he observado como los niños que mantienen un equilibrio entre el descanso y la actividad están más sanos y verbalizan ser más felices que aquellos que sobrepasan sus límites, ya que estos últimos suelen sentirse cansados, con dolencias psicosomáticas (dolores de estómago o de cabeza) y problemas de sueño. La inteligencia, padres, no se mide en cantidad de actividades realizadas y, por supuesto, la felicidad tampoco.

Queremos hijos bien desarrollados intelectualmente, pero también deseamos que sean niños con salud emocional. Es importante estudiar idiomas, hacer deporte, trabajar la creatividad, la música, reforzar el razonamiento lógico etc… pero la dosificación es vital.

Para ampliar los “aprendizajes extras” de nuestros hijos, debemos tener visión de futuro,tomando conciencia de que pueden realizar algunas actividades durante la semana, otras los sábados y los domingos; en verano, Navidad o Semana Santa y algunas las podemos dejar para el año próximo o al siguiente.

También deberíamos saber que hay ciertos aprendizajes que pueden realizar con nosotros sin necesidad de tener horarios y saber que estar en familia, dedicar tiempo al juego libre o estar con nosotros mismos es muy beneficioso para disfrutar de una estructura de personalidad sana.

Así que antes de elegir las clases extras de nuestros hijos, es importante analizar las posibilidades y características particulares de cada niño. Existen determinadas actividades que han sido aconsejadas por un médico, un profesor, un logopeda, un psicólogo etc. Así que antes de decidir el día a día de nuestros hijos pequeños y medianos, dejemos a un lado la terrible moda de “mi hijo debe saber de todo”, analicemos la capacidad de nuestros hijos, teniendo en cuenta su nivel real de energía y evitando proyectar en ellos aquello que nosotros nos quedamos con ganas de realizar.

Pero sobre todo observémoslo al final del día, ya que un niño sonriente es un niño que va bien organizado y eso es responsabilidad nuestra.

Via chupetespersonalizados.com

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