Depresión en los padres, problemas para la familia.

La depresión también puede tocar a los padres, con consecuencias importantes en el ámbito familiar. Apuntes sobre la depresión en los padres de familia, aquí.

La depresión es una enfermedad que puede atacar a cualquier miembro de la familia. Desde los niños hasta los adultos mayores, la depresión, llamada por muchos “la enfermedad del siglo XXI” no da distingo de edad, sexo, religión, posición económica ni ninguna otra variable.

En los padres de familia, la depresión puede llegar por distintos motivos: el estrés en el trabajo, los  problemas de pareja, las deudas por pagar, la angustia por la crianza de los niños, etc. Sin embargo, como cuidadores y responsables de un hogar, deben estar conscientes que está en sus manos su recuperación y la estabilidad no solo individual, sino de todos los miembros de la familia.

La tristeza permanente, la ansiedad, los problemas con el apetito y el sueño pueden ser indicativos de la  presencia de la depresión en una persona. Por eso, es necesario que la familia observe los comportamientos de esa persona para poder ayudarla oportunamente.

Problema de todos

Cuando una mamá o un papá se deprimen, es innegable que toda la dinámica del hogar cambia.  Y es que, acostumbrados a ser el soporte de un núcleo familiar, muchos padres optan por “dejar pasar” los problemas del día a día y no atienden a tiempo los síntomas propios de la enfermedad solo hasta cuando es demasiado tarde.

Además del sufrimiento propio, cuando la depresión toca las puertas de una familia surge también  la preocupación de todos sus miembros: los hijos, sobrinos, hermanos y demás miembros del entorno se cuestionan y se culpan por el comportamiento de su ser amado.

Algunas claves para cuidar a un padre con depresión son:

•     Comprender: la persona deprimida no quiere que la juzguen, sino que entiendan el difícil momento que está pasando. Evita las críticas.
•     Escucha: las personas deprimidas necesitan también la atención de sus seres queridos.  Escucha las angustias y problemas de tus padres y así se sentirán un poco más aliviados.
•     Observa: Si han perdido el apetito, si se quejan por no dormir bien, si manifiestan dolores que antes no tenían, es posible que se trate de una depresión.
•     Busca ayuda profesional: un psicólogo o psiquiatra debe ayudar a la persona deprimida lo antes posible. Evita automedicación y sigue las instrucciones del médico.

Via sura.com