viernes, julio 03, 2015

Qué puedes hacer para dejar de sentirte agobiado o abrumado

El agobio o sensación de estar abrumado se produce cuando nos sentimos sobrecargados por las demandas de nuestras vidas, ya sean debidas al trabajo, a otras personas, a los problemas que debemos resolver continuamente y parecen no tener final o a cualquier otra cosa. El estrés o la presión a la que estamos sometidos comienza a ser excesiva o demasiado prolongada y empezamos a sentir que no tenemos fuerzas ni motivación suficientes para afrontarlo todo.

Entonces nos sentimos agobiados.

Las principales causas del agobio y sus soluciones

1. Estrés crónico. Aunque al principio puedes afrontar una situación estresante sin sentirte abrumado, cuando llevas demasiado tiempo aguantando el estrés, tu cuerpo puede empezar a agotarse. Entonces empiezas a sentir que ya no puedes con todo, como hacías antes. Este tipo de agobio te está indicando que necesitas tomarte unas vacaciones cuanto antes para descansar y reponer fuerzas.

2. Demandas excesivas. A veces, simplemente, la vida te pide demasiado. Largas horas de trabajo, cuidar luego de la casa, los hijos o cualquier otra tarea que tengas entre manos, las exigencias que nosotros mismos nos imponemos, como ir al gimnasio, emails, mensajes y llamadas que demandan nuestra atención continuamente… Cuando las demandas son excesivas, no es raro que te acaben agobiando.

Qué hacer en este caso:

- Establece prioridades. De todas las cosas que haces ¿cuáles son las más importantes o imprescindibles? Intenta ordenarlas según su importancia y céntrate en las que están al principio de  la lista.

Es mejor dejar cosas sin hacer antes que acabar agotando tu resistencia.

- ¡Habla! Busca ayuda. No pretendas hacerlo todo tú. Si hay otras personas implicadas, como pueden ser los miembros de tu familia, pide o exige que hagan su parte. En el trabajo, habla con claridad con tu jefe y dile que sus exigencias son excesivas y que no puedes seguir así.

- Cuidado con las autoexigencias. Piensa si tal vez te estás pasando, pregúntate si hay algo que deberías dejar de hacer, aunque sea solo por un tiempo y no seas demasiado perfeccionista. A veces, es suficiente con hacer algo moderadamente bien; no todo tiene que ser perfecto. Deja tus intentos de perfección para lo verdaderamente importante.

3. Falta de competencia

Cuando estás haciendo algo para lo que no estás bien preparado, te costará mucho más trabajo hacerlo y te agobiarás enseguida, Si tienes un trabajo que te resulta demasiado complicado y agobiante, puedes hacer un análisis para determinar qué habilidades deberías mejorar y luego buscar el modo de hacerlo. Por ejemplo, si tu trabajo implica hablar en público con frecuencia y eso te crea una gran ansiedad casi constante, puedes acudir a un psicólogo durante unas cuantas sesiones para un entrenamiento en habilidades sociales. Cuando termines tu entrenamiento, lo verás todo de un modo muy diferente. Otra opción sería buscar un trabajo diferente, en el que te sientas más a gusto y esté más acorde con tus habilidades. No todo se te va a dar igual de bien. Cada persona es mejor en unas cosas y peor en otras. La gente se siente más feliz y competente cuando su trabajo implica usar sus puntos fuertes y capacidades.

4. Falta de confianza y autoestima

A veces puede que tengas la habilidad y conocimientos suficientes pero si tu autoestima y confianza en ti mismo son bajas, te sentirás igual de impotente que si tuvieras que hacer un trabajo para el que no tienes preparación alguna. Si este es tu caso, echa un vistazo a estos artículos:

    10 cosas que puedes hacer para mejorar tu autoestima
    La falta de confianza. Cómo aumentar la confianza en uno mismo

Otras estrategias

1. Desarrolla la resiliencia o capacidad para afrontar los reveses, obstáculos y problemas sin que te afecten en exceso. Para hacerte más fuerte, ten presentes estos tres elementos principales:

-Ver los problemas o contratiempos como retos, no como amenazas. Piensa “Esto es un reto que voy a superar, no es una catástrofe ni el fin del mundo”.

- Toma el control de la situación. Es decir, haz algo, no te quedes quieto sin saber qué hacer. Piensa y analiza tus opciones. El simple hecho de ponerte a pensar qué puedes hacer, ya es hacer algo y, por tanto, estarías tomando el control.

-  Comprométete. Comprometernos con una tarea nos ayuda a mantenernos motivados. Piensa: “Voy a hacer esto porque deseo hacerlo, porque es bueno para mí y, aunque sea duro, quiero intentarlo”.

    ¿Qué es la resiliencia?
    Cómo desarrollar la resiliencia

2. Practica mindfulness. Nada mejor para aliviar la mente del agobio y el estrés que unos minutos de meditación mindfulness cada día. Por supuesto, si te sientes muy agobiado, lo último que quieres es añadir otra autoexigencia más a tu estresante vida. Sin embargo, el mindfulness no es solo meditación; es también un estilo de vida, un modo de estar en el mundo, de vivir el momento. Si vives con mindfulness cada uno de tus momentos, fáciles o difíciles, descubrirás que te agobias mucho menos.

    Lee más sobre mindfulness

3. Siente compasión hacia ti mismo. Esto no significa autocompadecerse en un sentido negativo y llorón, sino tan solo tratarte con compasión y amabilidad en vez de hacerlo con dureza, no exigirte más de la cuenta, no criticarte ni hacerte reproches por cada pequeño error, cuidarte bien, satisfacer tus necesidades, hacer cosas que te gustan y te hacen sentir bien. Reconoce y acepta que no siempre puedes alcanzar tus metas, que las cosas no siempre salen como esperabas, que a veces cometerás errores y que nadie es perfecto, ni siquiera tú.


Via motivacion.about.com

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