lunes, junio 01, 2015

¿Para qué sirven las emociones?

Las emociones son un desarrollo evolutivo que nos permiten manejarnos en el mundo. Se trata de reacciones rápidas y globales a las situaciones que se presentan (o más bien a la interpretación que hacemos de esas situaciones). Las emociones no son el problema, sino una reacción ante el problema.

Aunque muchas veces nos parezca que estorban o hacen daño, las emociones tienen sus funciones y razones de ser, tienen una utilidad, ya sean desagradables o agradables.

Solo se convierten en un problema si son demasiado intensas, duran demasiado tiempo o se presentan en situaciones en las que no deberían.
Vamos a ver para qué sirven las emociones principales

1 Tristeza

¿Cuándo sentimos tristeza? Con la pérdida externa, y también con la interna como puede ser el caso del valor personal o la autoestima.
¿Para qué sirve la tristeza? Sirve para aislarnos mientras nos reconstruimos o recuperamos y también nos motiva para pedir ayuda.
¿Qué pasa si falla? La tristeza puede fallar en su función por exceso de duración o de intensidad, y en estos casos puede provocar depresión.

2 Ira

¿Cuándo sentimos ira? Cuando nos percibimos atacados por alguien, obstaculizados por algo o frente a una injusticia.
¿Para qué sirve la ira? Sirve para defenderse, para atacar, para espantar al enemigo con movimientos bruscos, y te da energía extra para superar el obstáculo.
¿Qué pasa si falla? Si encontramos que la ira dura excesivamente, es demasiado intensa o se desarrolla en situaciones que no son adecuadas podríamos encontrarnos con un problema de agresividad.

3 Ansiedad

¿Cuándo sentimos ansiedad? Cuando anticipamos un peligro, cuando nos ponemos alerta, cuando sentimos una amenaza inespecífica (futura).
¿Para qué sirve la ansiedad? Nos activa físicamente para hacer cosas como evitar el peligro, huir, atacar o defenderse.
¿Qué pasa si falla? Puede fallar por duración excesiva: en este caso nos encontraremos con estrés o ansiedad generalizada. Por otro lado puede fallar por un exceso de intensidad: en este caso se producirá una crisis de angustia.

4 Miedo

¿Cuándo sentimos miedo y para qué? Al igual que la ansiedad, el miedo sirve para anticipar un peligro, o cuando sentimos una amenaza inespecífica. Nos pone alerta, nos activa físicamente para afrontar el peligro, ya sea huyendo, atacando o defendiéndonos. ¿Qué pasa si falla? Si esta emoción falla, se puede convertir en una fobia: miedo intenso y desproporcionado a determinados objetos o situaciones.

5 Alegría

¿Cuándo sentimos alegría? Sentimos alegría cuando ocurren sucesos positivos.
¿Para qué sirve la alegría? Nos motiva a hacer cosas, a aprender actividades.
¿Qué pasa si falla? Si esta emoción falla en alguna de las 3 posibilidades (duración excesiva, inadecuación o exceso de intensidad) puede convertirse en una manía: trastorno mental que consiste en una elevación anómala del estado anímico.

6 Culpa

¿Cuándo sentimos culpa? Sentimos culpa cuando la consecuencia de nuestros actos (voluntarios o no) van en contra de nuestros valores.
¿Para qué sirve? La culpa sirve para cambiar o reparar nuestro comportamiento
¿Qué pasa si falla? Si la culpa falla y hay un exceso o una inadecuación, puede convertirse en auto-mortificación.

 ¿Cómo controlamos las emociones?

Para controlar las emociones y conseguir que no nos desborden, es importante que aprendamos a identificarlas. Cuanto más intensas sean las emociones, más difícil nos va a ser manejarlas, por lo que cuanto antes sepamos que están, más fácil nos será dominarlas.

El primer paso es sencillo: Cuando empecemos a notar que está brotando una emoción deberemos poner atención a cada parte de nuestro cuerpo y ver qué está sucediendo, qué es lo que la está provocando.

Es importante saber qué situaciones nos suelen hacer reaccionar, y anticiparte a esa situación. Por ejemplo – “Cuando me gritan me entra mucho enfado”, si sabes que esto te ocurre así, cuando notes que la conversación está subiendo de tono, puedes ganarle terreno a tu emoción – “se que cada vez voy a ir sintiendo más enfado” y por lo tanto, podrás buscar soluciones más adecuadas antes de que la emoción se vuelva más intensa, ya que en este momento, tendremos mucha menos capacidad de razonar.
Conocerte a ti mismo

También te valdrá para conocerte más a ti mismo y ser capaz de expresar tus emociones de una forma más correcta: “he sentido ira porque me he sentido atacado, he sentido que se estaba siendo injusto conmigo”. En vez de encerrarnos en que el otro nos ha gritado, pensamos en lo que a nosotros nos ha hecho sentir ese grito, así será mucho más fácil identificar el problema real y por lo tanto, ponerle solución.

Además, de estos trucos, hay distintas técnicas como pueden ser la relajación, la detención de pensamiento, el tiempo fuera o el ensayo mental, que nos ayudarán en el control emocional.

Fuente kelifestyle.com

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