domingo, abril 05, 2015

Testimonio de curación de un transtorno bipolar



Hace un año relaté la experiencia de un familiar diagnosticado con trastorno bipolar, aquí está el post Testimonio de los progresos en un transtorno bipolar, que había hecho grandes progresos en la reducción de los psicofármacos que tomaba y la mejora de su salud.

Hoy escribo una actualización de dicho testimonio en que la medicación ha sido eliminada completamente y se ha consolidado la mejoría en la calidad de vida.

En el gráfico de arriba se puede ver la reducción paulatina de los medicamentos que tomaba. Ha hecho falta paciencia para eliminar completamente todos estos psicofármacos, dándole al cerebro tiempo para desacostumbrarse de sus efectos primarios, secundarios y de la dependencia que crean.

En cuanto a los dolores musculares o pesadillas que se mencionaban en el primer post, no han vuelto a suceder. Sospechábamos que los causaba el síndrome de abstinencia de la misma medicación, que no hayan vuelto a aparecer todos estos dolores y malestares lo confirmaría.

Para combatir el estreñimiento come 1 Kg de fruta a lo largo del día, sin mezclar fruta ácida con dulce, y un par de cucharadas de lino dorado molido en la comida, lo cual le sienta muy bien, ya no sufre estreñimiento alguno. Cambió el desayuno por ciruelas frescas o secas puestas en remojo toda la noche y fruta fresca dulce, ya que el salvado de trigo y los copos de avena, aunque también le iban bien para el estreñimiento, le hacían sentir demasiado llena. También ha empezado a tomar jugo de col fermentada con la idea de que le sea beneficioso para el intestino.

Se han ido retirando los suplementos de vitaminas, pues ya han cumplido su objetivo, que era ayudar al cuerpo durante la reducción de los fármacos. Ahora que ya han sido eliminados completamente, estos suplementos ya no hacen falta. Las vitaminas necesarias se obtendrán de la misma dieta vegetariana que ya realiza.

Lo que le queda pendiente en estos momentos es conseguir dormir de forma natural. Por ahora toma 600 mg de valeriana cada día al acostarse, además de caminar unas dos horas y hacer un baño de pies en agua caliente antes de ir a la cama para facilitar la conciliación del sueño. Es este, pues, el siguiente objetivo para recuperar la plena salud.

Los cambios a mejor son claramente visibles si comparamos tal como está ahora con antes de retirar los psicofármacos, se han consolidado las mejoras que ya empezó a experimentar: más memoria, más agilidad mental, y con la mente despierta y viva tal como era antes de empezar a tomar medicación alguna ya hace años.

Para poder obtener esta mejoría, nos ha hecho falta replantearnos la inmerecida confianza en la medicina psiquiátrica, así como la relación con algunos parientes que, lejos de ayudarla, la hundían más, y que, de saber que ha eliminado definitivamente toda medicación, podrían poner en peligro la mejoría alcanzada e incluso su libertad.

Podemos afirmar que no se ha curado, pues no había nada que curar. Tan solo hacía falta eliminar una perniciosa medicación para tratar una inexistente enfermedad. Creada por votación y diagnosticada subjetivamente, sin el criterio científico más elemental.

También afirma por experiencia que los medicamentos acaban produciendo los síntomas que globalmente pretenden combatir: letargia, insomnio, depresión, alucinaciones, ideas suicidas, etc. Todos estos problemas los sufrió y todos ellos se describen en los prospectos de dichos fármacos. En el caso del medicamento Lamotrigina, hay, además, relación temporal, ya que pasaron tres meses desde que le introdujeron este fármaco, cuyo prospecto alerta de “ideas de autolesión o suicidio” y hubo un posterior intento de suicidio.

Es comprensible que unas circunstancias de estrés y pérdida de un familiar alteren el estado de ánimo. Pero en ello se basaron para diagnosticarle una enfermedad crónica imaginaria y recetarle una medicación que a largo plazo se convirtió en una bola cada vez mas grande; cada vez le recetaban más medicamentos, la mitad para mitigar los efectos secundarios producidos por los otros.

Según concluye ella misma, ve claramente que ir a la consulta de un psiquiatra hace 29 años fue un paso nefasto.

Via esdesalud.wordpress.com

0 comentarios:

Publicar un comentario

Seguidores

 
Copyright © . La Psicología de la Salud - Posts · Comments
Theme Template by BTDesigner · Powered by Blogger