jueves, enero 15, 2015

¿Por qué estoy triste?

 Todos experimentamos la tristeza. Cuando es permanente y altera el desarrollo de la vida cotidiana puede que la depresión esté presente.

Probablemente en el 2020 la depresión se convierta en la segunda causa de discapacidad en el mundo, tras las enfermedades cardiovasculares.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la depresión afecta en el mundo a unos 121 millones de personas, y se estima que afecta a 1 de cada 6 españoles en algún momento a lo largo de su vida. Pero, ¿qué es exactamente la depresión, qué la causa y cómo tratarla?

¿CÓMO PUEDO SABER SI ESTOY DEPRIMIDO?

La depresión es mucho más que estar bajo de ánimo. Se puede describir como el hecho de sentirse triste, infeliz, desesperanzado, apático o sin energía.

El trastorno por depresión es una alteración del estado de ánimo en el cual los síntomas interfieren en la vida diaria durante al menos dos semanas.

Aunque los SÍNTOMAS pueden variar en cada persona, los fundamentales son:

·    Ánimo bajo, tristeza o sentimientos de desesperanza.

·    Disminución acusada del interés o de la capacidad para el placer la mayoría de los días durante las últimas semanas.

·    Irritabilidad.

·    Ganas de llorar sin motivo aparente.

·    Pérdida de energía o fatiga.

·    Problemas de sueño.

·    Cambios en el apetito, que en ocasiones lleva consigo variaciones en el peso.

·    Dificultad para concentrarse o problemas de memoria.

·    Pérdida del interés sexual.

·    Sentimientos de inutilidad o culpa.

·    Pensamientos negativos y excesivas críticas hacia uno mismo.

·    Pensamientos recurrentes de muerte, ideación suicida sin un plan específico o una tentativa de suicidio.La depresión es uno de los factores más relacionados con la conducta suicida.

A menudo las personas con depresión también experimentan preocupaciones constantes que les producen ansiedad. Esto puede ocasionar síntomas físicos como dolor, palpitaciones cardiacas o molestias abdominales.

¿QUÉ CAUSA LA DEPRESIÓN?

Existen factores de riesgo predisponentes o desencadenantes de la depresión, pero en ocasiones,  aparece sin un hecho desencadenante.

Algunas circunstancias que aumentan el riesgo de depresión:

·       Alteraciones biológicas en los neurotransmisores cerebrales (Noradrenalina, Serotonina y Dopamina) y en el funcionamiento del eje hipotalámico-hipofisario-suprarrenal.

·        Haber sufrido algún episodio depresivo en el pasado.

·        Antecedentes de depresión en la familia.

·    Experiencias de pérdidas o estrés, incluyendo fallecimiento de personas  queridas, desempleo, pobreza, soledad, cambios en el estilo de vida o problemas en las relaciones interpersonales.

·        Experimentar situaciones adversas a lo largo de la vida.

·        Haber sufrido traumas físicos o psicológicos.

·        Enfermedad física grave o problemas crónicos de salud.

·        Algunas medicinas (puedes consultarlo con tu médico).

·         Abusar del alcohol o consumir drogas.

·     Algunas mujeres pueden ser más vulnerables a la depresión después del parto, especialmente si tienen alguno de los factores de riesgo enunciados arriba.

También existe la depresión encubierta y la depresión atípica.
En la depresión encubierta, los síntomas se manifiestan de manera distinta, pudiendo esta pasar desapercibida.

Aunque no te sientes triste, puedes experimentar problemas del sueño, cansancio durante el día, pérdida de apetito, vértigos, intranquilidad interior, dolores de cabeza, molestias abdominales, ansiedad e incluso problemas de pareja, entre otros.

En la depresión atípica, los síntomas aparecen de forma que pueden confundirnos, porque aumenta en el apetito, las ganas y necesidad de dormir  y el deseo sexual.

¿QUÉ PUEDO HACER SI PIENSO QUE TENGO DEPRESIÓN?

Si consideras  que puedes estar deprimido, solicita ayuda psiquiátrica y/o psicológica lo antes posible.

No tienes por qué enfrentarte con la depresión tú solo. Puedes hablar con alguien de tu confianza sobre tus sentimientos o bien acudir a tu médico u otro profesional sanitario.

De esta manera podrás recibir un diagnóstico adecuado, conocer las opciones de tratamiento y participar en la toma de decisiones respecto al mismo.

Si tienes pensamientos relacionados con hacerte daño es buena idea hablar con alguien de tu confianza que pueda estar contigo hasta que te sientas mejor.

También puedes llamar al teléfono de emergencias  (112), buscar ayuda médica o solicitar apoyo telefónico específico para pacientes en crisis o con ideas suicidas (902 500 002).

También puedes contactar con un grupo de apoyo. Ciertas ONG y asociaciones disponen de este servicio de ayuda en algunas ciudades.


Informarte más sobre la depresión te puede ayudar a  entender mejor tus síntomas y su significado.

¿CÓMO SE TRATA LA DEPRESIÓN?

Hay varios tratamientos que te pueden ayudar y que han probado su eficacia en la depresión: libros o acudir a talleres de autoayuda, la psicoterapia de la mano de un psiquiatra o psicólogo y los fármacos indicados por el especialista.

Para un tratamiento efectivo, es importante afrontar la enfermedad desde una perspectiva integral que incluya 4 aspectos de la persona:

1. BIOLÓGICA: excluir la presencia de patologías médicas que puedan ser el origen único o una de las causas de la depresión. En ocasiones es preciso recibir tratamiento farmacológico para que la evolución sea favorable.

Es recomendable que mejores tu salud general con actividad física diaria y una dieta saludable, dormir entre 7 y 8 horas diarias y realizar actividades de disfrute. Puede ser muy duro hacer algunos de estos cambios cuando estás deprimido, por lo que puedes recurrir a tus amigos y a la familia para que te apoyen.

Trata de evitar el alcohol o a las drogas, parece que te sientan bien, pero a largo plazo no ayudan.

2. PSICOLÓGICA: adquirir habilidades específicas para la mejoría a través de una terapia específica.

3. ACTITUD PERSONAL: para la mejoría y recuperación de la enfermedad es fundamental que queramos y decidamos salir.

4. EL ENTORNO: a veces es necesario un rediseño del entorno familiar, social, espiritual, laboral, personal o de pareja para que facilite la recuperación y que el ambiente haga de factor protector para evitar futuros episodios.

¿CÓMO PUEDO AYUDAR A ALGUIEN CON DEPRESIÓN?

Puede resultar muy duro ver que un ser querido está deprimido. Es lógico que te sientas muy agobiado y desorientado por lo que está pasando.

Si observas que existe un deterioro en la apariencia y en el aspecto personal, enlentecimiento psicomotriz, tono de voz bajo, cara triste, llanto fácil o espontáneo, disminución de la atención, verbalización de ideas pesimistas, ideas hipocondríacas, alteraciones del sueño, aumento de la irritabilidad y que se enfade fácilmente o quejas de dolores inespecíficos, es posible que la persona esté deprimida.

- Aprende sobre la depresión, su tratamiento y lo que puedes hacer para ayudar a su recuperación.

- Considérate a ti mismo como parte del equipo de apoyo y tratamiento.

- No pienses que la persona con depresión no desea mejorar, aunque a veces te lo parezca. Trata de ver los síntomas como lo que son: parte de un trastorno.

- Ayúdale a reconocer las fuentes de estrés y a encontrar la forma más adecuada para hacerles frente. Quizá sea necesaria tu colaboración en la solución de algunos problemas que le preocupan especialmente.

- Anímale a ser más activo, pero sin forzarlo excesivamente y sin hacerle críticas o reproches, ya que eso puede hacer que las cosas empeoren.

- Ayúdale a llevar una vida sana, a realizar algo de ejercicio físico y a divertirse.

- Dedica parte de tu tiempo a estar con él o ella.

- Refuerza cada uno de sus avances, especialmente al principio y por muy pequeños que sean.

- Anímale a mantener el tratamiento prescrito y a evitar el alcohol y otras sustancias tóxicas.

- De entrada, toma en serio cualquier pensamiento de suicidio. No temas hablar con él sobre este tema abiertamente. Puedes contactar con personal sanitario o utilizar el teléfono del servicio de emergencias (112).

- Si estás al cuidado de alguien con depresión grave es fundamental encontrar tiempo para ti sin sentirte mal o culpable. Convivir con un familiar con depresión puede desgastar, por lo que es importante cuidarse lo más posible y mantenerse bien psicológicamente.


Fuente europapress.es

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