Los enfermos sin un diagnóstico pueden padecer trastornos psicológicos

Toda enfermedad o dolencia es difícil de sobrellevar, pero la situación se suele volver aún más compleja cuando no se sabe el motivo de la misma. Es lo que les sucede a aquellos pacientes que no tienen un diagnóstico concreto a pesar de estar supervisados por profesionales sanitarios.

Este es el caso de Iván González, un joven de 31 años que hace un mes ingresó en el hospital por un simple dolor abdominal en el costado. Tras ser atendido por los médicos y recibir un diagnóstico equivocado, a los dos días vuelve a ingresar de urgencia por un ataque biliar complicado, “como con una infección en el hígado”, explica. Después de cambiar varias veces de medicación, bajo indicaciones médicas, le empiezan a hacer radiografías, ecografías y distintos análisis. “Me han hecho todo tipo de pruebas y nada”, comenta Iván con resignación.

Ante este tipo de situaciones los pacientes no sólo sufren el dolor físico determinado que les causa un determinado problema de salud, sino que deben hacer frente también a los consecuentes trastornos psicológicos. La directora del Instituto Europeo de Psicología Positiva (IEPP), Dafne Cataluña, afirma que la mente humana en este tipo de casos “tiende a ponerse en escenarios pesimistas, ya que el volumen de pensamientos negativos suele ser mayor que el de los positivos”. Esta incertidumbre suele derivar en trastornos tales como ansiedad, hipocondría (preocupación excesiva por la salud) o incluso ataques de pánico. “En estos casos es importantísimo acudir cuanto antes a un psicólogo”, asegura Cataluña.

El caso de Iván es un ejemplo. Además de los fuertes dolores que padece afirma sentirse “un poco ansioso”. “No puedo dormir por las noches, ya que el peor episodio de lo que me pasa me ocurrió mientras dormía y ahora tengo miedo a que me vuelva a suceder”, lamenta. La esperanza de Iván está en la próxima prueba que le van a realizar, una colonoscopia. Eso sí, hasta dentro de dos meses no se la harán, algo que le intranquiliza todavía más.

Según la psicóloga Dafne Cataluña, las listas de espera de la seguridad social son otra variable que agrava el estado de los pacientes por diagnosticar. “El estar varios meses esperando una prueba genera una serie de emociones muy complejas”, explica. Los expertos aconsejan en estos casos dedicar pequeños espacios a lo largo del día a hacer algo que no tenga nada que ver con la enfermedad, la dolencia o el trastorno que se padece.

Via consalud.es