El estrés laboral en el ámbito sanitario

Nuestros profesionales sanitarios están continuamente expuestos al sufrimiento y dolor de pacientes y familiares. Si a esto le añadimos la saturación de tareas, la falta de recursos y la responsabilidad que exige el cargo, el resultado puede ser un coctel muy estresante.

¿Pero qué es el estrés? Se trata de una respuesta natural del organismo, un mecanismo de defensa que se activa cuando nos encontramos ante situaciones percibidas como amenazantes o que requieren de todos nuestros recursos para hacerlas frente. El problema llega cuando este tipo de situaciones se repiten de modo excesivo en el tiempo, dando origen al denominado estrés crónico, una patología que puede tener diversas consecuencias negativas para la salud, como problemas cardiovasculares, irritabilidad, insomnio o depresión.

De todos los entornos afectados, el estrés laboral sanitario destaca por encima del resto. Numerosos estudios revelan que el nivel de estrés de estos profesionales es, en general, sustancialmente más elevado que el de otro tipo de profesiones. Aunque en general se sienten satisfechos ayudando a paliar el sufrimiento de los pacientes,  también les supone un fuerte desgaste emocional que puede afectar negativamente a su salud.

¿A qué es debido?

Factores organizacionales ligados al estrés laboral sanitario:

    Conflicto de Rol: Relacionado con una alteración en la calidad del trato al paciente por escasez de recursos o los recortes sanitarios. Ésta situación puede generar un conflicto entre los valores que formaron al profesional y la situación real a la que debe enfrentarse.

     Ambigüedad de Rol: Dificultad para tomar decisiones frente a la variedad e incertidumbre de las situaciones a las que hacer frente. Éste factor adquiere un mayor peso a medida que aumenta la urgencia de la acción.

     Sobrecarga de Rol: Saturación de tareas. El exceso de pacientes o la escasez de personal, son elementos que pueden generar una gran cantidad de estrés.

     Recursos inadecuados: Escasez de recursos, tanto humanos, como materiales pueden llevar a un aumento de la carga laboral del trabajador. Además, los  recursos anticuados o de baja calidad pueden ser una fuente adicional de frustración y suponer un esfuerzo extra para el profesional.

     Escasa participación: La escasa o nula participación en la toma de decisiones puede ser otra de las fuentes de estrés laboral en el ámbito sanitario. Esto puede producir una caída en la autoestima y la motivación del profesional.

     Clima laboral: La rivalidad entre compañeros de trabajo, los tratos de favor, la falta de apoyos o continuas quejas de pacientes o familiares, pueden suponer un aumento de los niveles de ansiedad y estrés.

¿Cómo prevenir el estrés laboral sanitario?

    Estructura organizacional flexible y participativa: La flexibilidad horaria, la participación en la toma de decisiones, el no aislamiento, la disponibilidad de recursos adecuados o un estilo de mando integrador, son elementos muy favorables a la hora de combatir el estrés en el trabajo.

    Terapias grupales: Las terapias grupales dirigidas por un psicólogo experimentado han demostrado ser eficaces a la hora de combatir el estrés y el Burnout, mejorando sensiblemente  la actitud del profesional hacia su trabajo y la calidad del servicio recibido por el paciente.

    Aprendizaje de técnicas de relajación y autocontrol: Las técnicas de relajación han demostrado ser eficaces tanto a la hora de reducir los niveles de estrés como de combatir sus efectos negativos sobre la salud mejorando nuestra capacidad de autocontrol y potenciando las áreas del cerebro encargadas de las emociones positivas.

    Sustitución de los malos hábitos por otros más saludables: Los trabajadores más estresados tienen una mayor tendencia al consumo de sustancias potencialmente dañinas, como el alcohol o el tabaco. Además, los niveles de estrés más elevados se asocian con mayores tasas de sedentarismo o malos hábitos alimenticios. Dejar de fumar o practicar algún deporte de modo regular, incrementa la autoestima y tiene numerosos efectos positivos sobre nuestra salud.

Via es.hartmann.info