jueves, junio 05, 2014

Previniendo la violencia infantil: ocho tips

Una guía publicada por la Asociación Estadounidense de Psicología ofrece sencillos consejos para que los padres ayuden a sus hijos pequeños a manejar los conflictos sin recurrir a acciones violentas.

En una Venezuela signada por la polarización y las protestas, muchas personas son protagonistas de discusiones acaloradas o, peor aún, de violencia física  en la calle, en el tráfico, en su lugar de trabajo y hasta en una cola de supermercado.

Los niños son especialmente vulnerables a estas situaciones porque su personalidad está en formación y en su proceso de aprendizaje imitan los comportamientos y actitudes que observan a su alrededor, principalmente de familiares cercanos, es decir, sus referentes inmediatos.

Por ello los padres juegan un papel vital como modeladores de conducta y como principal muro de contención emocional de sus hijos, no sólo para garantizar su tranquilidad sino para procurar que los muchachos, desde el hogar, aprendan a evitar la violencia como su herramienta de acción ante las situaciones de la vida.

La Asociación estadounidense de psicología (APA por sus siglas en inglés) hizo público en su website un artículo titulado "Criando niños para resistirse a la violencia", en el cual pone a disposición herramientas de orientación que resultan de mucha utilidad en estos tiempos de alta conflictividad en Venezuela.

El material se fundamenta en dos premisas: 1) la conducta violenta se aprende en los primeros años de vida; y 2) el éxito de un crecimiento infantil sano se basa en aprender a manejar las emociones desde temprana edad y con el hogar como principal escenario de acción.

Partiendo de esto, la APA enumera ocho tareas dirigidas a los padres, todas las cuales resultan sencillas de poner en práctica pero exigen dedicación y paciencia. Si usted desea prevenir que sus niños se conviertan en adultos pendencieros o está observando un comportamiento agresivo en sus hijos y desea reconducirlo, entonces preste atención a los tips que se resumen a continuación:

1.- Ofrezca amor y atención siempre.  "Los niños necesitan una relación fuerte y amorosa con sus padres u otro adulto para sentirse seguros y desarrollar un sentido de autoconfianza", apunta el material didáctico, en el que también se menciona que los problemas de personalidad y conductas delictivas  "son menos frecuentes en niños cuyos padres se envuelven en sus vidas, especialmente a temprana edad".

2.- Supervise a sus muchachos. No se trata de ser un dictador que todo lo ve o lo sabe. Está claro que los niños necesitan espacio propio, privacidad y que se les debe tratar respeto para garantizar su sano crecimiento. Sin embargo, la APA es clara: "Los infantes dependen de sus padres y familiares para obtener aliento, protección y soporte mientras aprenden a pensar por sí mismos. Sin apropiada supervisión de sus actividades, los niños no reciben la guía que necesitan. Insista en saber dónde están sus hijos y con qué amigos andan. Acompáñelos a actividades recreativas y verifique cómo se comportan ante otros. Enséñelos a responder adecuadamente ante insultos o amenazas y a no responder a la violencia con golpes. Explíqueles por qué no es lo correcto".

3.- Dé el ejemplo.  Si los niños son una esponja y absorben todo lo que ven a su alrededor, es obvio que tenderán a imitar lo que sus padres hacen. Por eso, NO aplique la frase "haz lo que digo, no lo que hago".

El material de la APA señala lo siguiente: "Los valores de respeto, honestidad y orgullo familiares pueden ser un fuente importante de fuerza para los niños, especialmente si están confrontando presiones, viven en un barrio violento o acuden a una escuela difícil".

En otras palabras, sea usted mismo un ejemplo vivo de honestidad y respeto con los vecinos, con las autoridades, con las normas de tránsito o con la colocación de la basura. "Sea firme explicándoles a sus niños las consecuencias dañinas de la conducta violenta –agrega la guía- Alábelos cuando resuelven problemas constructivamente. Los niños son más propensos a repetir buenas acciones cuando son recompensados con atención y elogios".

4.- Sea consistente en reglas y disciplina.  "Si establece una norma, sea firme en ella. Los niños necesitan estructura y expectativas claras sobre su conducta. Si un niño ve que una regla no se cumple se le envía un mensaje confuso que le indica que puede romperla". La APA aclara que no se trata de ser un autócrata ni de decir que algo no se hace simplemente porque "NO", porque puede generar resistencia. "Explíquele lo que espera de él y las consecuencias que pueden traer sus actos. Eso le enseñará a comportarse de modo que sea bueno para él e influirá en otros".

5.- Mantenga la violencia fuera de casa.  Padres virulentos en constante conflicto entre ellos o con sus hijos se convierten en espejo y promueven que sus niños se conviertan en agresores o, peor aún, en adultos violentos. "Los niños necesitan sentir que al menos en su hogar pueden sentirse seguros y sin miedo. Haga de su casa un espacio libre de violencia y reprenda cualquier comportamiento agresivo entre hermanos. Si observa o protagoniza actos de violencia en su familia, busque ayuda psicológica".

6.- Controle lo que sus hijos consumen en TV e internet.  "Sepa lo que sus hijos ven, converse sobre los contenidos rudos cuando aparecen en TV, películas o videojuegos. Ayúdelos a entender cuan doloroso sería en la vida real protagonizar hechos de violencia como los que observan y discuta  con ellos vías para resolver problemas de modo pacífico".

7.- Enseñe a aceptar las diferencias.  El respeto es la clave fundamental para garantizar la paz y eso es algo que debe hacerle comprender a sus hijos día a día. "Explíquele que burlarse de otros es dañino. Promueva la interacción de sus hijos con otros niños, sin importa su etnia, religión o condición social. Adviértales sobre lo inaceptable del bullying y dígales que el acoso es el primer paso para la violencia".

8.- No se trata de ser pasivo. La APA  ofrece un consejo muy importante, que deja claro que la crianza de niños pacíficos no tiene que ver con enseñarles comportamientos pasivos: "Ayúdeles a comprender  que exige más coraje y liderazgo resistir la violencia que involucrarse en ella, pero apoye a sus hijos a levantarse frente a cualquier insulto o agresión utilizando palabras calmadas, pero firmes".


Via estampas.com

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