"El tratamiento psicológico ayuda a la mejora del estado de una persona"

La época que estos últimos años nos ha tocado vivir, donde la situación social y económica ha propiciado en muchas personas y en su entorno acontecimientos tan desagradables como pueden ser la pérdida del puesto de trabajo, la pérdida de su negocio o empresa, desestructuración familiar e incluso la falta de ilusión por un futuro cierto, ha producido situaciones de estrés tan intensas y duraderas que han desembocado en episodios depresivos, trastornos de ansiedad, malas relaciones de pareja, sentimientos de culpabilidad, desatención material y emocional a nuestros hijos, etcétera.

--¿Para que sirve un psicólogo?

--La función del psicólogo es la de asistir directamente a un paciente que se encuentra con dificultades relativas a su comportamiento, a sus emociones y a los pensamientos que le provoca dichas dificultades, actuando para que el afectado comprenda cuál es el problema que padece y cómo solucionarlo.

--¿Es normal tener vergüenza por ir al psicólogo?

--Es bastante habitual. La mayoría de la gente no quiere ir al psicólogo a pesar de necesitarlo ya que puede sentir vergüenza por contar su problema, además de los prejuicios sociales aún existentes.

--¿Qué motivos pueden aconsejar acudir a un profesional de la psicología?

--Los motivos de consulta, generalmente, tienen que ver con querer resolver algo relacionado con nuestra vida, con nuestros afectos, nuestra familia, nuestros hijos, nuestra pareja, nuestros proyectos y también con conocernos más a nosotros mismos. Los problemas más habituales pueden ser trastornos de ansiedad, depresivos, emocionales, autoestima, problemas de pareja, conductas infantiles inapropiadas o desadaptadas, problemas de aprendizaje, problemas con los estudios, fracaso escolar, etc....

--¿Qué es un tratamiento psicológico?

--El tratamiento psicológico es aquella intervención que tiene por objetivo mejorar el estado de una persona, teniendo en cuenta sus alteraciones (físicas, psíquicas, conductuales, etcétera). El objetivo de un tratamiento psicológico es observar, identificar y modificar los elementos del comportamiento que generan sufrimiento.

--¿Cuándo aconseja tratarse?

--Sería aconsejable cuando existe un problema que desborda a la persona, que dificulta o impide una forma de vida deseada y que le produce un malestar o sufrimiento en su día a día, cuando estas alteraciones se alargan en el tiempo o se intensifican llegando a ser incapacitantes en el quehacer diario sería realmente necesario la búsqueda de ayuda profesional.

--¿Cuánto dura un tratamiento psicológico?

--No hay forma de saber la duración exacta de una terapia. Siempre depende de muchos factores diferentes y es totalmente imposible decir con exactitud, al comenzar un tratamiento, cuál será el número final de sesiones. La cantidad de sesiones de un tratamiento puede variar entre 15--18.

--¿Con qué frecuencia se acude a las sesiones terapeúticas?

--Normalmente para conseguir la mayor efectividad del tratamiento la asistencia se haría una vez por semana, en algunos casos más graves o que necesiten de una mejoría más rápida se requiran 2 veces por semana.

--¿Es necesario que me acompañe alguien a la consulta?

--Si crees necesario que otros hablen de lo que te sucede desde una perspectiva diferente, puede ser útil que te acompañen. En cualquier caso, si el profesional que te va a atender entiende que puede ser útil hablar con alguien de tu entorno, te lo comentará y tú decidirás si le pides que te acompañe en la próxima sesión.

--¿Qué diferencia existe entre un Psicólogo y un psiquiatra?

--El psiquiatra como médico utiliza los fármacos como vía para la curación de la enfermedad al considerar el origen biológico. El psicólogo realiza el diagnóstico y el tratamiento dándole más importancia a las dimensiones del pensamiento, las afecciones y la conducta. A diferencia del psiquiatra, el psicólogo no cuenta con el derecho de prescribir fármacos como tratamiento.

--¿Es diferente la intervención con niños que con adultos?

--Sí. El niño no acude a consulta por propia iniciativa ni se percibe a sí mismo como sujeto susceptible de evaluación y/o tratamiento psicológico. Son los adultos los que lo remiten. La información que nos puede transmitir un niño es mucho más limitada, incluso pueden tener dificultades de expresión verbal, deficiencias cognitivas, etcétera.


Via diariocordoba.com