domingo, enero 12, 2014

La dependencia emocional

La dependencia es más común de lo que nos podemos imaginar, y al mismo tiempo y de forma incoherente, es lo más disimulado. El ser humano, cada uno de ellos es único y la felicidad se consigue encontrando el equilibrio estando bien con uno mismo y con el exterior. Por tanto tener momentos de soledad y compaginarlos con momentos en compañía con unas buenas relación de amistad acompañado de amigos, familia y amor es importante. Pero prima más buscar tu autonomía e independencia emocional para ser feliz sin depender de los demás.

¿Cuándo ocurre?

Existen situaciones en la vida que la autonomía emocional desaparece y aparece todo lo contrario. Hay madres que tienen mucho apego a sus hijos, tanto que les asusta que crezcan, un hijo/a que no sabe salir del nido familiar, hay parejas dependientes emocionalmente que no sabrían qué hacer el uno sin el otro, incluso existe dependencia emocional al trabajo o a cosas materiales o sustancias.

Dependencia se puede traducir en dos aspectos: obsesión y/o adicción, y ambas cosas limitan cualquier vida. La dependencia limita. La persona que sufre dependencia intenta buscar en cosas o personas externas a sí mismo vacíos que no sabe llenar dentro de su alma de otra manera. Y en lugar de afrontarlo y plantar cara, desvía la atención.

La dependencia ahoga

Su mismo nombre ya te avisa, depender es no tener libertad interior. Y si no se tiene libertad interior aparece de forma irremediable la baja autoestima, los cambios de humor, miedos, idealizaciones, poca tolerancia hacia el otro, poca tolerancia a la frustración, bajo concepto de sí mismo, no saber de decir que no ni marcar límites, etc. Ahora hazte una pregunta, siendo dependiente emocionalmente ¿se es feliz?

¿Se puede superar la dependencia?

Claro que sí, con tu fuerza de voluntad y con tu inteligencia emocional. No te centres en aquello que te genera dependencia y céntrate en ti mismo. Sé consciente que el tiempo pasa y nunca volverá a tus manos, ¿vale la pena no ser libre?

Hay consejos infalibles:

- Vive tu vida y no la de los demás.

- Incluye a los demás en tus planes.

- Comparte aquello que tienes, olvídate de la avaricia.

- Déjate conocer, porque tienes mucho que aportar a los demás.

- Ámate a ti primero y también a la libertad.

- Crece cada día un poquito más como persona.

- Evoluciona sin temer a los cambios.

Y que nunca se te olvide que fusionarte con otra persona es imposible, sólo sentirás dolor y no alcanzarás la felicidad. Tú eres el motor de vida, el único que debe buscar la felicidad para sí mismo.

Fuente psicoblog.com

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