La ansiedad, la depresión y el estrés son algunos de los muchos culpables que pueden provocarnos una peligrosa adicción a la comida, que los científicos califican como un desorden mental.
En los casos más extremos, necesitaremos la ayuda de un profesional que nos ayude a tratar esta enfermedad. Algunas veces, esta adicción se debe a etapas de nuestra vida que son difíciles de superar, que nos provocan estrés, angustia, preocupación y, en definitiva, esa dependencia psicológica hacia la comida.
Asume tu problema
Como sucede con cualquier adicción, superar esta dependencia no resulta fácil, y dependerá en gran medida de nuestra personalidad y fuerza de voluntad. En este sentido, la ayuda de la familia y amigos es fundamental.
Aunque lo más importante de todo es asumir nuestro problema. A veces esta dependencia hacia la comida se debe a una situación de estrés, a problemas emocionales o una etapa en nuestra vida que nos genera mucha ansiedad.
Establece un horario de comidas
Además de seguir un riguroso horario de comidas, también es importante vigilar lo que comemos. Así que en nuestra despensa no puede faltar la fruta y la verdura, ni tampoco el pescado y los lácteos. Es decir, una dieta equilibrada y sana.
Haz deporte
El estilo de vida también es importante, así que muévete y practica ejercicio físico regularmente. El deporte es una gran medicina para disminuir la ansiedad y liberar tensiones.
¿Te has dejado llevar, y has sido víctima de un atracón de comida? Anótalo para llevar un control de cuándo te sucede. Controlar estas situaciones nos ayudarán a entender por qué se producen y, de esta forma, a evitarlas.
No comas solo/a
Hazlo en compañía de alguien, porque de esta forma te controlarás mucho más. Y por supuesto, come con calma y sin prisas, disfrutando de los aromas y sabores.
Via saludpasion.com
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