domingo, agosto 04, 2013

Cómo superar el estrés postraumático que deja la tragedia

Vivir una tragedia, como el reciente accidente de tren en Santiago de Compostela, puede acarrear secuelas psicológicas. Los supervivientes, los familiares de los fallecidos, los vecinos que ayudaron con sus propias manos y hasta los profesionales médicos y de seguridad son blanco del estrés postraumático

Este trastorno es la respuesta que tiene un individuo ante un hecho traumático y se presenta cuando no puede deshacerse de todos esos sentimientos de angustia que vivió en el momento de la tragedia. Pero con la detección y tratamiento oportunos, puede superarlo.

Carlos Álvarez forma parte del Colegio de Psicólogos de Galicia, centro movilizado para atender a las víctimas del descarrilamiento del tren Alvia a escasos kilómetros de Santiago de Compostela. Estos profesionales han vivido junto a los heridos y a los familiares de las víctimas mortales los primeros momentos de desasosiego, incertidumbre y profunda tristeza. Ahora, es momento de enfrentar la realidad e intentar remontar.

    Este psicólogo explica que los síntomas del estrés postraumático varían según cada persona,  pero la mayoría presenta problemas para dormir, alteración en el ritmo cardíaco, dolores de cabeza, pesadillas y el recuerdo constante de lo ocurrido.

“Si no se trata en el momento en el que se diagnostica se puede agravar con síntomas de ansiedad y de depresión. A la larga puede ser incapacitante, afectando en el trabajo y las relaciones interpersonales”, afirma el vocal de Psicología Clínica de los psicólogos gallegos.
¿A quiénes afecta?

Cualquiera que haya estado cerca o involucrado en la tragedia puede resultar dañado. En el caso del accidente ferroviario, los más vulnerables son los supervivientes y sus familiares. A todos se les debe dar espacio para que asimilen su dolor.

    Carlos Álvarez subraya: “Después de lo ocurrido hay que dar tiempo a las víctimas, muchos de ellos van a resolver solos lo que han vivido. Cada quien tiene sus recursos personales, pero si eso no ocurre, entonces sí que sería importante que acudieran a un profesional”.

Los seres queridos del afectado deben estar pendientes pues, como indica el especialista, quien está sumido en su pena es quien menos se entera de su condición y, desafortunadamente, los síntomas pueden presentarse en cualquier momento, incluso, años después.

Gema Moro es psicóloga del Equipo de Respuesta Inmediata en Emergencias de la Cruz Roja (ERIE) en Salamanca, grupo que se desplazó a Santiago de Compostela para reforzar las labores de apoyo a los afectados.

Desde su experiencia coincide con su colega de Galicia en que si el estrés postraumático se presenta tiempo después, el tratamiento puede variar.

    “Si se detecta o se presenta mucho después, el trastorno se pudo haber mezclado con otros problemas del individuo. Primero hay que hacer un análisis profundo de la situación y después actuar”, apunta la psicóloga de la Cruz Roja.

No hay duda de que los primeros días tras el hecho traumático serán complicados. Ambos psicólogos  recomiendan tranquilidad y alejamiento de las noticias que se dan en los medios de comunicación. Esto, ayudará a que se retome poco a poco la rutina.

Alrededor de la tragedia también están lo que los expertos llaman “víctimas secundarias”, es decir, los testigos, como los vecinos del barrio de Angrois, punto donde descarriló el tren y que fueron los primeros que se toparon con el horror; los efectivos de las fuerzas de seguridad y de Protección Civil que rescataron a los afectados;  o los sanitarios que lucharon y siguen luchando por salvar la vida de los accidentados.

El propio equipo de la Cruz Roja de Salamanca que se desplazó al lugar del siniestro está siendo evaluado por psicólogos de esta organización, como comenta Gema Moro. Han sido días de arduo trabajo y de emociones intensas.

Como las que vivió el jefe de este equipo, Manuel Malmierca, quien comenta su experiencia en un momento tan dramático.

    “Nos desplazamos para estar con los familiares mientras se daban las listas de fallecidos y heridos. Las relaciones son de intensa carga emocional, hay transferencia de sentimientos y contagios. Los intervinientes (personal de auxilio) también somos humanos y en cuanto regresamos a la base, somos atendidos por un psicólogo”.

En este caso, se utiliza una técnica llamada “debriefing”, en la que cada uno de ellos se reúne con el experto para analizar lo vivido y poder expresar cómo se siente.

En algunas ocasiones, se recomienda un par de días de descanso y alejarse de lo que difunden los medios de comunicación para despegarse de los hechos y poder superarlos.
Juegos para sensibilizar a los niños

Para tratar a los niños que presentan estrés postraumático existen técnicas que ayudan a hablar de su dolor a través del juego y la imaginación.

“Incluye relatos, dibujos, actividades adecuadas a ellos. No tiene que complicarse más por ser niños, al contrario, ellos suelen tener una mente más flexible y, en algunos casos, puede ser hasta más fácil trabajar las experiencias traumáticas que con adultos”, asegura el psicólogo Carlos Álvarez.

Eso sí, se procura no avasallar con preguntas invasivas o que les incomoden, pues la intención es que el niño genere confianza y pueda abrirse ante el especialista.
Paso a paso, salir adelante

Los tratamientos dependen de cada caso. En algunas ocasiones, es necesario el trabajo en conjunto entre psicólogo y psiquiatra, médico que puede considerar necesario recetar medicamentos como ansiolíticos o antidepresivos para disminuir la sintomatología de la depresión o la falta de sueño.

“Estamos ante un tratamiento muy arduo ya que no existe una terapia específica y única para el conjunto de manifestaciones clínicas ocasionadas por este trastorno, sino que debemos tratar cada síntoma por separado”, señala el psiquiatra Manuel Arias Bal en un artículo de la publicación “médicosypacientes.com” de la Organización Médico Colegial.

“El riesgo a una recaída tras superar el estrés postraumático es poco probable”, asegura el psicólogo Carlos Álvarez,  quien subraya que “es importante que quien lo haya enfrentado sepa detectar sus síntomas y aprenda que no está solo”.

“Pueden volver los recuerdos y algunos de los síntomas, pero la intensidad es mínima y son pocos los casos en los que ocurre”, precisa.

Ya sea con ayuda médica o sin ella, superar una tragedia requiere gran valor, fuerza y la cercanía de los seres queridos. Lo importante, señalan los expertos, es manejar el dolor y no reprimirlo para que éste no termine por dominar la vida de aquel que ha tenido que ver de frente a la tristeza.


Via efesalud.com

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