Tristeza o depresión

Del mismo modo en que los verbos “descubrir” e “inventar” son diametralmente opuestos -aunque a menudo confundidos-, también existen amplias diferencias entre el par de sustantivas que presentaremos a continuación: “tristeza” y “depresión”.

No vamos a descubrir (“venir en conocimiento de algo que ya existía”) nada nuevo si decimos que aquello de la depresión no es solo un invento (“hallar algo no conocido”) de la psicología. La depresión es un cuadro clínico real que debe ser estudiado seriamente.

Escuchemos la opinión de un profesional de la Medicina: “sufrir depresión es sinónimo de padecer un síndrome caracterizado por la inhibición de ciertas funciones psíquicas, a veces con trastornos neurovegetativos”. ¿Y que hay con la tristeza? “Todo el mundo puede sufrir de ese sentimiento, de modo involuntario aunque no ciento por ciento. En cambio, cuando se padece depresión, el problema puede darse de forma involuntaria y actuar en contra de la racionalidad del individuo haciéndose más fuerte que la persona y yendo en desmedro de su control”.

Existen diferentes formas para tratar el problema de depresión: desde fármacos, hasta sustancias naturales e incluso otros aspectos relacionados con el cambio de la rutina.

Lo importante es estar atento a los cambios de comportamiento y a las conductas del medio que nos rodea (la familia). A menudo, el paso más importante no es del médico sino de un amigo, padre, hermano, vecin.

Fuente sobretodosalud.