jueves, diciembre 30, 2010

Como tratar la depresión más allá de la psicoterápia

¿Qué es la depresión?

Es un estado anímico, caracterizado por sentimientos de infelicidad, decaimiento, abatimiento e irritabilidad que en ocasiones se instala por tiempo prolongado. En casos de profunda depresión la persona pierde todo interés en las actividades tanto sociales como también en aquellas que impliquen un esfuerzo, en definitiva, hay una gran ausencia de motivación.
¿Cuáles son las causas?

Las causas pueden ser circunstanciales, la muerte de un ser querido, la separación con una pareja o la perdida de algo muy valioso con lo cual la persona se identificaba o bien sentía que formaba parte de su vida. En cualquiera de los casos el origen es complejo y abarca factores de predisposición genética, bioquímicos, neurológicos, psicológicos y sociales. Es por eso la importancia de un enfoque integral a la hora de tratar la depresión.

El entorno familiar y la historia personal del individuo son de suma relevancia en cuanto a la construcción de la personalidad, la autoimagen o más bien el registro de las imágenes que otros han establecido del individuo, tendrán relevancia a la hora de construir o destruir la autoestima. La autoestima, en definitiva es como uno se percibe a sí mismo, como se percibe el mundo. Aquí el trabajo personal es lo importante, este se centra en construirse a sí mismos desde bases más profundas e intimas, no desde aquellas que son las impuestas por la familia y/o sociedad durante la infancia, sino más bien aquellas que surgen del autodescubrimiento, autoconocimiento.

En ocasiones en las que se hace un poco más difícil identificar la causa psíquica, el psicoanálisis puede aportar ayuda y guía para hallar las causas, lo cual es la primera herramienta para realizar el trabajo que conlleva a sobreponerse a la depresión.


Causas físico-químicas: el cerebro usa un abanico importante de neurotransmisores y hormonas para diversas funciones. Cuando ciertas glándulas no funcionan correctamente, o bien la síntesis de ciertos neurotransmisores o de las proteínas receptoras de ellas no funcionan debidamente, es muy común verlo reflejado en diversos estados de ánimo, dependiendo de la hormona, neurotransmisor o neurológica implicada, será el estado anímico. Es por ello que más allá de establecer un tratamiento psicoterapéutico, siempre es prudente hacer un abordaje de manera general y completa –tanto neurológico, hormonal como psicológico-.

Es mediante una mirada integral y utilizando las herramientas a disposición como son: la psicoterápia, el psicoanálisis, la psiquiatría y los análisis bioquímicos correspondientes como se encuentra el factor causante, con lo cual el diagnóstico será correcto, por lo tanto el tratamiento más certero y eficaz.
Algunas clasificaciones y tipos de depresión
Trastorno depresivo mayor, episodio único. Se identifica por los siguientes síntomas:

* Estado de tristeza o irritabilidad

* Incapacidad o dificultad para disfrutar

* Variación en el peso

* Alteraciones en el sueño: aumento de la somnolencia o insomnio

* Sensación de debilidad o fatiga

* Disminución de la energía intelectual

* Ideas recurrentes sobre la muerte

Trastorno distímico. Sus síntomas son:

* Alteraciones del sueño

* Sensación de debilidad

* Baja autoestima

* Dificultades para lograr concentración mental

* Sentimiento habitual de desesperanza (Desesperanza Aprendida)

Depresión en la mujer

En cuanto al número de personas que padecen depresión en cuanto al sexo, las mujeres son las que llevan la punta. Casi el doble de las personas que padecen de estados depresivos son mujeres. En cuanto a las causa de esta asimetría, la de mayor implicancia se debe a los cambios en las hormonas sexuales (estrógeno, progesterona) asociadas a períodos como: ciclo menstrual, embarazo, posparto (depresión posparto) y menopausia.
Tratamientos para la depresión

Como estuvimos analizando las causas son variadas y complejas, por lo tanto el tratamiento va a depender del núcleo o causa. Distintos tipos de psicoterápia, psicoanálisis, fármacos o suplementos hormonales (como la melatonina, ciertos aminoácidos, vitaminas y minerales) si es necesario, actividades que nos conecten con nosotros mismos, con nuestra parte creativa, conformarán un buen sustento para superar este estado, como así también aquellas que estimulen la producción de endorfinas (hormona de la felicidad).

Recuerda que las opiniones y tratamientos que provean profesionales, tanto de psicólogos, psiquiatras y/o médicos, serán de gran guía para la cura ya que ellos poseen los conocimientos y experiencia respecto a la mejor manera de resolverlo.

Fuente tratamientosbelleza.

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