La anemofobia es el temor a las corrientes de aire y viento, por lo que tienen miedo también a los cambios climáticos, como las tormentas, ya que pueden traer fuertes vientos, y resulta incapacitante para quienes lo padecen.
La causa de la anemofobia puede surgir de una combinación de acontecimientos externos, como eventos traumáticos y predisposiciones internas genéticas.
Los síntomas varían según la persona, dependiendo de su nivel de miedo, y pueden incluir ansiedad extrema, temor, pánico, dificultad para respirar, respiración acelerada, ritmo cardíaco irregular, sudoración, temblores, mareo, náuseas, sequedad de boca, dificultad para articular palabras o frases y sensación abrumadora de temor.
La anemofobia empeora a medida que pasa el tiempo y, si se deja sin tratamiento, puede tener repercusiones importantes en la calidad de vida de la persona que lo padecen.
Dentro del tratamiento, pueden ser recetados medicamentos, para controlar la ansiedad, pero pueden tener efectos secundarios y síndrome de abstinencia graves.
Será mucho más idóneo inclinarse a realizar terapias de asesoramiento, hipnoterapia, psicoterapia, programación neurolingüística o terapia cognitivo-conductual en un intento de controlar los síntomas.
Por medio de la correcta aplicación de la hipnoterapia moderna avanzada, puede llegar hasta el subconsciente y descubrir lo que está produciendo esta fobia y el mantenimiento del miedo.
Fuente .psicologos.name
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