Cuando tienes agorafobia (miedo a salir de casa), normalmente te encuentras con un momento de pico de malestar o pánico, en el que se magnifican los síntomas; la incomodidad y la angustia son tan grandes que sales corriendo de regreso a tu casa. Esta barrera es la que identifico como la barrera del pánico y malestar, y si la traspasas y superas cimentarás con más fuerza la confianza que necesitas para seguir saliendo de casa.
Veamos un ejemplo de la barrera del pánico y malestar
Es cumpleaños de tu hermano o hermana que vive lejos de tu casa, organizó una reunión familiar y te sientes presionado a ir, por un lado sí quieres ir porque estimas a tu hermano, pero por el otro lado te mueres de miedo de que te de un ataque de pánico en su casa.
Por un lado te sientes presionado por ir porque “si no voy van a ver lo mal que estoy”, y por el otro lado piensas “pero si me da un ataque de pánico ahí voy a hacer el ridículo y verán que sí estoy muy mal”.
Entonces desde antes ya estás nervioso, indeciso y anticipándote a todos los posibles escenarios negativos.
Bueno, la parte de ir te gana. Tres días antes ya estás nervioso, un día antes explotas con tu familia y gritando les reclamas por no apoyarte en ésta situación, corres a tu cuarto, te da culpa…sales al día siguiente y prefieres no decir nada, al igual que tu familia. Te vistes para la reunión y te decides a salir.
Mientras más te vas alejando de tu casa más nervioso te pones, ya sea por la inseguridad de estar fuera o por el miedo a sentirte mal en la reunión, y llega un momento en el que tu malestar es tanto que empiezas a sentirte con despersonalización, desconectado, confundido y mareado… y tan sólo le ruegas a tus papás que te lleven de regreso a casa.
En cuanto pones el primer pie en tu casa te sientes culpable pero a la vez tranquilo. Pues claro, es preferible la culpa de haber regresado que haberte expuesto al ridículo de sentirte mal en la reunión o a la posibilidad de que te diera un ataque de pánico más fuerte y ahora sí te pasar algo malo. (cosa que no sucederá)
Ahora imagina éste mismo ejemplo pero con un pequeño cambio
En ese momento en el que alcanzas el pico más intenso de despersonalización, taquicardia, angustia y desesperación…justo en ese momento en el que lo único que quieres hacer es salir corriendo de regreso a tu cueva de protección…DECIDES quedarte.
Ahora, pongo en mayúsculas “decides”, porque obviamente que no quieres quedarte, no te nace, no te es fácil, simplemente no quieres y va en contra de todo lo que sí quieres hacer en ese momento…pero aún así, decides quedarte porque sabes que estás atravesando el momento clímax de malestar, la parte más oscura del bosque tenebroso, la parte más condensada de la nata que no te deja mover…y sabes, que pasando ese momento, que traspasando esa barrera de malestar…te encontrarás en un mejor lugar.
¿Por qué es una barrera?
Es una barrera porque se siente que no puedes pasar de ahí, que hay algo que te está impidiendo ir más lejos y que te impulsa a regresar lo más rápido posible, es una barrera con efecto rebote hacia atrás.
Lo interesante es que ésta barrera la puedes superar, pues es una barrera interior.
Cómo superar la barrera de malestar intenso
Bueno, no digo que sea fácil pero tampoco imposible. Para superar esa barrera necesitas en ese momento agarrarte de ti mismo, confiar en tu cuerpo, saber que no pasará nada grave, dejar de luchar y fluir con lo que estás sintiendo.
Desgraciadamente así funciona la mente, si tu te esfuerzas por no hacer el ridículo, te pones tan nervioso que terminas actuando raro. Si te esfuerzas por no pensar en la ansiedad, te conviertes en la ansiedad misma…
Por eso lo que necesitas hacer es permitir que pase contigo lo que tenga que pasar, mientras que te enfocas en sentir tu respiración y poner atención al momento presente.
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